sábado, 28 de mayo de 2011

Capitulo 33.

Llegamos a casa. Cogí mis cosas del maletero y subí a mi habitación. Puse música, busqué mi diario y escribí lo que me ha pasado en estos días. Cuando acabé, lo guardé y cogí el portátil. Entré en el tuenti. Un mensaje privado. Lo miré. Era de Pablo.
-Pablo García: -hoy, 14:53-
“ Hola Fanny, verás quería decirte que me alegro mucho de que ya hayas salido del hospital y de que seamos de nuevo amigos. Me he enterado de lo de Sergio y tú y me alegro mucho. Espero que seáis muy felices. Un beso.”
Vaya, Pablo no parece el mismo Pablo de siempre.. Ha cambiado. Le contesté el mensaje y apreté intro. Leí mi mensaje.
-Fanny López: -hoy, 15:20-
“ Yo también me alegro de que seamos amigos otra vez y gracias por estar ahí. Veo que has cambiado bastante y eso me alegra. Ya nos veremos mañana en el instituto. Sí, ahora estamos juntos y espero que seamos felices así. Otro beso.”
Apagué el portátil y bajé a comer. Entré en la cocina. Mi madre estaba preparando la comida. Había hamburguesas.
Yo: Mamá, ¿pretendes que me ponga como una vaca? –me crucé de brazos-
Mamá: Jajajaja, no exageres anda, que hace mucho que no comes en condiciones. Además, por comerte una no te va a pasar nada. – me sirvió una-
Yo: Bueno, bueno, me como la hamburguesa porque tengo hambre que sino.. –dije saliendo de la cocina-
Puse el plato en la mesa, que ya estaba medio preparada. Terminamos de ponerla y empezamos a comer. Durante la comida no se habló de ningún tema especial. Simplemente, veíamos la tele. Hacíamos algún comentario sobre las noticias, pero nada más. Cuando acabé, cogí mi plato y mi vaso y los llevé al fregadero. Subí a mi habitación y me tumbé en la cama en silencio. Me quedé dormida.
“Querido diario, hoy hace 2 meses que Sergio y yo estamos juntos. Lo quiero mucho. Me lo paso muy bien cuando estoy con él y me ha ayudado a superar lo de Justin. Es una persona genial y además es buen estudiante. Mis padres están muy contentos con él. Espero que duremos mucho tiempo juntos. Por ahora, los estudios nos van bien a los dos, así que, creo que pasaré el curso. Miri por fin perdonó a Pablo y están juntos de nuevo, y Laura, está con Jorge. Ahora todos tenemos a nuestro principito.”
Leí varias veces lo que había escrito. Dos meses.. es poco, pero a la vez , para mí es mucho. Cerré el diario.
 “I just need somebody to love.. I, I don’t need to much, just somebody to love. I don't need nothin' else..”
Oogh, tengo que cambiar esa canción. Me levanté de un salto y cogí la Blackberry. No miré quién era.
Yo: ¿Si? 
Miri: Ah, ¿estabas dormida? –rió-
Yo: No , que va –negué-
Miri: Sí lo estabas
Yo: Que no..
Miri: Sii
Yo: ¡Vale ya Miri!, ¿qué querías?
Miri: Pues era para ver si querías ir a dar una vuelta ahora a las 6 menos cuarto.
Miré la hora. Eran las 5. Me dará tiempo de arreglarme.
Yo: Vale, ¿Dónde quedamos?
Miri: En el parque a esa hora.
Yo: Y, ¿Quién va?
Miri: Todos.
Yo: Y con todos te refieres a..
Miri: Inma, Rocío, Laura, Jorge,  Sergio, Andrés, Raúl ,Pablo, tú y yo.
Yo: Vale, allí estaré. Te dejo que me tengo que arreglar.
Miri: Sí, yo igual. Adiós, un beso.
Yo: Adiós, hasta ahora.
Colgar. Dejé la Blackberry en mi escritorio y preparé la ducha y la ropa que me iba a poner. Entré en la ducha y a los 10 minutos salí y me terminé de arreglar. Me vestí con una camiseta morada, unos pantalones blancos y unas Supras moradas a juego con la camiseta. Me hice una cola alta. Fui a mi habitación, cogí la Blackberry , miré la hora y la guarde en mi bolsillo. Eran las 5 y media. Será mejor que vaya saliendo ya. Me eché colonia. Repasé mi habitación una vez más por si se me olvidaba algo y bajé las escaleras.
Yo: Mamá, me voy con las chicas. –cogí las llaves-
Mamá: Vale, no vuelvas muy tarde.
Yo: Vale, a las once estoy aquí. –dije mientras abría la puerta-
Mamá: Che, che, che, ¡ché!. De once nada. A las diez y media aquí que mañana tienes instituto.
Yo: Pero mamá, ¿Qué más da? Solo es media hora..
Mamá: A las diez y media o nada.
Yo: Vale, vale.. A las diez y media.. –salí-
Cerré la puerta. Me di la vuelta y me quedé mirando la calle. Suspiré. Espero que esta vez no me pase nada, siempre que salgo de casa me desmayo o me ocurre algo por el estilo.
 Comencé a caminar hasta que llegué al parque. Allí estaban Rocío, Raúl, Miri, Pablo, Jorge Laura, Inma y Andrés. Me acerqué a ellos.
Yo: ¡Hola! –sonreí y los saludé uno por uno-
Todos: ¡Hola Fanny!
Yo: ¿Dónde está Sergio? –miré a un lado y después al otro-
Miri: Me ha llamado y me ha dicho que no puede venir.
Yo: Ah.. Bueno, pues nada, estará liado.
Inma: Bueno, ¿Dónde vamos?
Rocio: ¿Qué os parece si vamos al cine?
Laura: Sí, podemos ver “Agua para elefantes”, ¿Qué os parece?
Pablo: Por mí vale.
Rocío: Sí, vamos a verla.
Mientras íbamos hacia el cine, charlábamos, hacíamos bromas y reíamos. Pero yo no estaba muy bien, hoy hacíamos 2 meses y no había venido. Será que estará estudiando.
A los diez minutos llegamos al cine. Compramos las entradas, algunas palomitas y bebidas. Entramos en la sala nueve, que era la de la película, subimos a la fila 11 y se sentaron cada una al lado de su pareja, menos yo. Yo estaba sola en el extremo izquierdo, junto a Miri. Empezó la película y se hizo el silencio. A la mitad de la película me entraron ganas de ir al baño.
Yo: Miri, tengo que ir al baño, ahora vuelvo.
Miri: ¿Quieres que te acompañe?
Yo: No, tranquila, no hace falta. Quédate aquí. –dije levantándome-
Miri: Como quieras.
Empecé a bajar las escaleritas cuando me pareció escuchar la voz de Sergio. Me giré pero solo había una pareja mirándose y riéndose. Seguí bajando y de nuevo, escuche su voz. Me volví a girar.
Yo: ¿Sergio?
El chico se giró y se quedó mirándome. Con la oscuridad no podía ver muy bien, así que me acerqué un poco para ver si realmente era él. Me quedé perpleja. Sí, era él.
Sergio: Fanny, puedo explicártelo.. –dijo levantándose-
Yo: ¿Explicarme qué? ¿Que no me quieres? ¿Qué ya no sientes nada? ¿Qué las cosas han cambiado? -grité- ¿Qué la prefieres a ella? –dije señalándola-
Sergio : Fanny, no grites. Vamos fuera.
Yo: ¡Fuera te vas a ir tú! No me vuelvas a hablar en tu vida, ni me mires, ni si quiera hables de mí. ¿Cómo has podido? Encima hoy, que hacíamos dos meses. –comencé a llorar-
Sergio: Fanny, relájate. No llores. Salgamos fuera. –dijo cogiéndome del brazo-
Yo: ¡Te he dicho que no pienso ir fuera! –grité mientras me soltaba de su brazo-
Miré a mi alrededor . La gente había dejado de  mirar la película y nos estaba observando, como si nosotros fuéramos la película.
Sergio: Fanny, por favor. Déjame que te lo explique..
Yo: ¡Sergio desaparece! ¡Vete de aquí! ¡No te quiero volver a ver! ¡Sois todos iguales!
Sergio: Fanny, por favor, hablemos fuera..
Rocío: Sergio, te está diciendo que no quiere saber nada de ti. Vete. Olvídala, creo que eso se te da bien.
Sergio: Pero Rocío, solo quiero explicarle..
Rocio: ¡Que te vayas! –gritó mientras me abrazaba-
Sergio cogió de la mano a la chica rubia y salió de la sala.
Rocio: ¿Y vosotros qué? ¿No tenéis nada mejor que hacer? – le gritó a la gente que estaba mirándonos-
La gente se dio la vuelta y siguió mirando la película.
Rocío: Cariño, vamos al baño. Miri, Inma, Laura, vamos. –les ordenó-
Fuimos al baño. Me miré al espejo. La pintura se me había corrido, tenía los ojos rojos e inchados. Pero eso ahora no me importaba. Abrí el grifo con agua fría y me enjuagué la cara.
Miri: Los tíos son todos iguales.
Yo: Ya lo sé.
Inma: Compi, deja de llorar. No merece la pena llorar por alguien que no te supo valorar. ¿Te acuerdas? Esa frase me la dijiste tú en 2º.
Yo: Es verdad. Tienes razón. –me limpié las lágrimas-
Laura: Toma un poco de pintura. –dijo sacándola de su bolso-
Me pinté un poco y le devolví la pintura.
Yo: No sé por qué siempre pierdo. Primero Pablo, después Justin, después Sergio.. Estoy harta. He cometido muchos errores al enamorarme de ellos.
Miri: Ya llegará aquel que no te haga sufrir. Además, ¿qué hay de mi frase? Never a failure, always a learn.
Yo: Tienes razón, pero, ya estoy un poco arta.
Laura: Venga, dejemos el tema. Vamos a salir, que los chicos estarán impacientes.
Salimos del baño. Los chicos estaban esperando.
Andrés: ¿Estás bien? –dijo abrazándome-
Yo: Sí, ahora mejor.
Raúl: Nos alegramos de que estés mejor.
Rocío: Si bueno, vamos a dejarlo. ¿A dónde vamos?
Yo: Yo a mi casa, vosotros no sé.
Inma: De eso nada, tú te quedas.
Yo: No tengo ganas, enserio..
Rocío: Eso, tú te quedas.
Miri: No la obliguéis, si no quiere, no quiere. Dejad que se vaya. Si así se siente mejor..
Yo: Pues, me voy ya.
Me despedí de todos y salí del cine. Me puse los auriculares y me dirigí a casa. Eran las nueve. Es bastante temprano, pero no tengo ganas de seguir en la calle.
Después de unos 15 minutos andando, llegué a casa. Saqué las llaves y abrí la puerta.
Yo: Hola –saludé-
Mamá: ¡Qué temprano estás aquí! ¿Se te ha olvidado algo?
Yo: No, es que no tengo más ganas de estar fuera.
Papá: Perfecto, queríamos hablar contigo de algo.
Yo: Bueno, antes voy a dejar mis cosas en la habitación.
Mamá: Como quieras. Te esperamos aquí.
Subí las escaleras y entré en mi habitación. Dejé la Blackberry en el escritorio, cogí el diario y lo abrí. Rompí la hoja que había escrito antes. Busqué un boli y comencé a escribir de nuevo el día de hoy. Cuando terminé, guardé el diario, me puse el pijama y bajé al salón. Allí sentados en el sofá, estaban los dos. Me senté al lado de mi madre.
Yo: ¿Y bien? ¿Qué es eso de lo que me tenéis que hablar?
Papá: Pues verás..

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