jueves, 12 de mayo de 2011

Capitulo 24.

Selena: Cariño, tenemos noticias. Tengo que volar con Justin hacia Barcelona en menos de una hora. No puedo esperar a que el veneno haga efecto y después irme.
Yo: Y eso significa que..
Selena: Significa que tendré que hacer yo el trabajo sucio. –dijo sonriendo falsamente-
Yo: Y con eso te refieres a..
Selena: A que yo tendré que acabar contigo. –dijo levantando un poco el brazo en el que llevaba el objeto-
Yo: Selena ¿Qué haces?
Selena: Di adiós, cariño..-dijo apuntándome-
Yo: Selena, ¡nooo!- grité cerrando los ojos-
¡PUM! Todo se quedó en silencio. Sentí un dolor muy fuerte en el pecho.
Abrí los ojos. Mi respiración estaba acelerada. Mi corazón iba a saltar en cualquier momento. Miré a mi alrededor. Estaba en el parque. Me había quedado dormida. Menos mal, todo fue un sueño. Pero entonces, ¿Lo de Miri también había sido un sueño? No, no puede ser. Pensé que lo habíamos arreglado. Sentí un enorme vacío de nuevo.
Me levanté para irme cuando un papel que estaba colocado en mis piernas cayó al suelo. Me agaché y lo cogí. Lo abrí. Era de Miri.
“ Idola, veo que te has quedado dormida. JAJAJA. Estás muy graciosa cuando duermes, ya te lo he dicho muchas veces. Creo que estas muy cansada como para hablar ahora. Así que te dejo dormir. Sólo quiero pedirte perdón por todo lo que  ha  pasado con el tema de Pablo. Debí creerte. Pensé que te hiciste la dormida y empecé a hablarte sobre esto. Incluso te canté nuestra canción. Espero que me perdones. Si quieres quedar mañana llámame. Un beso. Te quiero.  De tu idola (L)”
Me froté los ojos y volví a leer la carta dos veces. ¿Enserio? ¿De verdad que me estaba pidiendo perdón? Ese vacío que sentía se llenó de alegría en un momento. Entonces, eso no había sido del todo un sueño. Lo que yo había soñado fue todo lo que me dijo Miri. Menos mal, la vuelvo a tener..
Bueno, será mejor que vuelva a la comisaría, seguramente sea muy tarde. Miré el reloj. ¡¡LAS 2 DE LA MADRUGADA!!¡ Dios! Me voy antes de que mi sueño se haga realidad.
Me puse los auriculares y empecé a escuchar música. Play. “Where are you now?” de Justin. Eso digo yo. ¿Dónde estás ahora? Seguramente con Selena. Cómo la odio. Es odiosa. Puff. Mejor será que deje de pensar en ese tema.  La siguiente canción era “That should be me”. Me acordé de Pablo. De cuando me dijo que quería a Miri. Qué mal lo pasé. Seguramente él también esté con otra en este momento. Pero ese niño no me interesa.
Seguí caminando hasta que llegué a la comisaría. Allí dormida en uno de los sofás estaba Isa ,junto a Lorea y Antonio. Me senté en un hueco que había al lado de Isa y apoyé mi cabeza en su regazo. Me dormí.
A la mañana siguiente, cuando nos despertamos fuimos a desayunar a la cafetería. Eran las 10 de la mañana. Desayunamos churros y chocolate. Los padres de Claudia se dejaron el desayuno entero. Se veía que estaban preocupados. Pagamos el desayuno y me despedí de ellos. Tenía que ir a casa a por la ropa. Esa mañana era preciosa. Un sol brillante. Sin nubes. Los abuelos paseando por las calles. El olor a churros de los bares.. Si Claudia estuviera aquí, todo sería como antes. Me acordé del sueño de anoche..la carta de Miri.. ¡MIRI!¡ Tengo que llamarla! Saqué el móvil y marqué su número. Espero que esté despierta. Biiip..Biip..Biip..Biiip..
“¡Hola! Soy Miri y en este momento no puedo hablar. ¡Déjame un mensaje y ya te llamaré!”..
Yo: Hola Miri, leí tu carta. Siento haberme dormido, estaba muy cansada. Te he llamado para quedar hoy. Si puedes y si quieres llámame y ya hablamos sobre eso. Venga, un besito. Te quiero.
Colgar. Guardé el móvil y seguí caminando. Al llegar a casa abrí la puerta silenciosamente por si mis padres estaban dormidos.
Yo: ¿Hola? –dije para ver si estaban despiertos-
Mamá: ¡En la cocina! –gritó desde allí-
Yo: ¡Voy! –solté la mochila en la entrada-
Me dirigí a la cocina y abrí la puerta. Estaban desayunando.
Yo: ¡Buenos Días! –dije dándoles un beso a cada uno-
Mamá: ¡Cariño! ¡Qué ojeras más grandes tienes! –dijo sorprendida-
Yo: Vaya mamá, qué bien me recibes.
Mamá: Mi vida es que no son normales.
Yo: Es que dormir en un sofá con cuatro personas tampoco es normal. Y además me quedé dormida en el banco del parque.
Papá: Eso tampoco es normal. ¿Y cómo que te quedaste dormida en un banco? –se llevó un trozo de tostada a la boca-
Yo: Una larga historia. Ya os contaré todo. Pero ahora tengo prisa. Tengo que ducharme, cambiarme y a lo mejor quedo con Miri. Aunque ducharme me duche anoche –me reí sola-
Mamá: ¿Por qué dices eso?
Yo. He dicho que ya os lo contaré. Ahora me voy a hacer todas esas cosas. –salí de la cocina-
Subí las escaleras y llegué a mi cuarto. Cogí la ropa que me iba a poner, las toallas, el móvil y los zapatos. Entré en el baño, solté las cosas y abrí la ducha. Cuando me iba a meter empezó a sonar mi móvil. Fui a meterme en la ducha y empezó a sonar el móvil. ¡Qué oportuno! Fui corriendo a coger el móvil y lo descolgué sin mirar siquiera quién era.
Yo: ¿Diga?
Miri: ¡Hola! ¿Qué tal?
Yo: ¡Ah Miri! Bien aquí que me iba a duchar y tú?
Miri: Pues bien. Te he llamado para quedar hoy y hablar de eso. ¿Puedes?
Yo: Sí, puedo. ¿A qué hora?
Miri: Pues mira, ¿qué te parece a las doce y media?
Yo: Mm.. –miré el reloj, eran las once y media- Vale, perfecto. ¿Vienes a por mí?
Miri: Sí Si. Yo voy. ¿Leíste mi carta?
Yo: Sí. Y te perdono.
Miri: Vale, pero aun así tenemos que hablar. Venga me voy. ¡Adiós!
Yo: Adiós.
Colgar. Solté el móvil en el lavabo y me quedé pensando.  Así durante unos minutos, pero al rato reaccioné. Me metí en la ducha y cuando terminé, salí, me sequé, me vestí y me pinté. Listo. Miré el reloj. Las 12 y cuarto. Perfecto. He terminado antes de que venga Miri.
Quité toda la ropa sucia y las toallas del baño. Entré en mi habitación y me senté en la cama ha esperar. Me quedé mirando las fotos que había en el corcho. Estábamos Miri y yo en mi 5º cumpleaños. Cuando yo iba a soplar las velas, ella salía sonriendo. Felices. Cómo cambian las cosas. Había otra en la que salíamos en el parque montadas en el tobogán. Salíamos riéndonos con una sonrisa de oreja a oreja. Qué tiempos..
Una lágrima me corrió por la mejilla. Me la limpié. Se me dibujó una sonrisa en la cara. Ojalá pudiera volver a esos momentos en los que lo único que hacíamos era jugar con nuestras muñecas y que las decisiones más importantes que tomábamos era elegir el color de la plastilina con la que jugar en el recreo. En los que nuestras discusiones eran porque una de nosotras había escogido la muñeca o el color de plastilina que la otra quería.. Pero no se puede vivir sólo de recuerdos. Tengo que seguir adelante.
En ese momento sonó el timbre. Bajé las escaleras y abrí la puerta. Era Miri.
Yo: ¡Hola!
Miri: ¡Hola!
Yo: ¿ A dónde vamos?
Miri: ¿Pues que te parece si vamos a dar una vuelta?
Yo: Vale, vamos. ¡Mamá! ¡Me voy con Miri! ¡Después me pasaré por la comisaría otra vez! ¡Adiós!
Mamá:  ¡Vale cariño! ¡ Llámame cuando llegues y me paso por allí!
Cerré la puerta. Empezamos a andar. Al principio ninguna hablaba. Nos limitábamos a caminar. Hasta que Miri habló.
Miri: Tia, verás..Quería pedirte perdón por haberme comportado así.. Todo por la culpa del idiota de Pablo..
Yo: No pasa nada. Ya te he perdonado, ahora hagamos como que no pasó nada.
Miri: Si tu lo dices..
Le dí un abrazo.
Miri: Bueno bueno, y ¿qué ha pasado con tu Justin? ¿Algo nuevo? ¿Qué paso en el concierto?
¡¡JUSTIN!! ¡Me había olvidado! Seguramente él también se haya olvidado de mí..
Yo: Pues verás, han pasado muchas cosas. Resumiendo, que cuando me iba a decir todo apareció Selena y resulta que era su novia. Entonces me fui súper cabreada. Después vino Justin otra vez y me dijo que me quería y que no se había olvidado de mí. Que solo estaba saliendo con Selena para intentar olvidarme y para darle más fama. Y cuando yo le iba a decir que yo también le quería..
Miri: ¿Qué pasó?
Yo: Que volvió a aparecer Selena y se lo llevó a rastras. Y desde entonces no lo veo.
Miri: ¿Y eso cuando fue?
Yo: Pues antes de ir al parque y quedarme dormida antes de que llegaras
Miri: Pues tia no sé qué decirte..
Yo: No tienes que decir nada. Ya prácticamente lo he olvidado..
Miri: ¿Seguro? –dijo mirándome a los ojos-
Yo: Qué va.. No sé a quién trato de engañar..-miré al suelo-
Miri: A ti misma.
Yo: Lo sé, y es imposible..
Miri: Creo que lo mejor será que no hables más del tema, sino te pondrás peor. Venga, anímate.
Yo: Sí, tienes razón. ¿Y tú? ¿Alguna novedad?
Miri: Pues hablé con Pablo y me dijo que fuiste tú la que le habías metido boca y tal pero después la Inma me dijo que se había enterado de que eso no era verdad. Por eso te pedí perdón. Tenía que haberte creído a ti..
Yo: ¿¿¿Qué ese imbécil hizo queeeeeeeeeeé??? Ogghh lo mato.. Lo mato.. ¡¡TE JURO QUE LO MATO!! Qué falso es por favor..
Miri: Lo sé. Pero ya no pasa nada. Volvemos a estar juntas, ¿no? –dijo sonriendo-
Yo: Sí. Ya sabes que siempre lo estaremos, y no va a ser un imbécil el que nos separe. –la abracé-
Miri: Pues claro ídola.
Yo: Y ¿qué tal la Inma con Andrés?
Miri: Pues bien aunque están pasando por un bache..Pero se arreglará.
Yo: ¿Qué les pasa?
Miri: Lo típico. Que se enfadan por nada y eso..
Yo: Vaya..
Miri: Bueno –miró el reloj- Me tengo que ir ya. Adiós. Te quiero ídola. –dijo dándome un beso y un abrazo-
Yo: Adiós, yo también te quiero.
Cada una nos fuimos por un lado. Me dirigí a la comisaría. Mientras iba caminando vi a alguien que caminaba en sentido contrario a mí. Pablo. No tenía ganas de verlo. Crucé a la otra acera y me tapé la cara para que no me viera. Al minuto miré para ver si estaba. Ya se había ido. Seguí andando.
Cuando llegué a la comisaría había un montón de coches de policía en la puerta. Entré como pude y cuando pasé a toda la gente que había en la puerta…

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