sábado, 28 de mayo de 2011

Capitulo 33.

Llegamos a casa. Cogí mis cosas del maletero y subí a mi habitación. Puse música, busqué mi diario y escribí lo que me ha pasado en estos días. Cuando acabé, lo guardé y cogí el portátil. Entré en el tuenti. Un mensaje privado. Lo miré. Era de Pablo.
-Pablo García: -hoy, 14:53-
“ Hola Fanny, verás quería decirte que me alegro mucho de que ya hayas salido del hospital y de que seamos de nuevo amigos. Me he enterado de lo de Sergio y tú y me alegro mucho. Espero que seáis muy felices. Un beso.”
Vaya, Pablo no parece el mismo Pablo de siempre.. Ha cambiado. Le contesté el mensaje y apreté intro. Leí mi mensaje.
-Fanny López: -hoy, 15:20-
“ Yo también me alegro de que seamos amigos otra vez y gracias por estar ahí. Veo que has cambiado bastante y eso me alegra. Ya nos veremos mañana en el instituto. Sí, ahora estamos juntos y espero que seamos felices así. Otro beso.”
Apagué el portátil y bajé a comer. Entré en la cocina. Mi madre estaba preparando la comida. Había hamburguesas.
Yo: Mamá, ¿pretendes que me ponga como una vaca? –me crucé de brazos-
Mamá: Jajajaja, no exageres anda, que hace mucho que no comes en condiciones. Además, por comerte una no te va a pasar nada. – me sirvió una-
Yo: Bueno, bueno, me como la hamburguesa porque tengo hambre que sino.. –dije saliendo de la cocina-
Puse el plato en la mesa, que ya estaba medio preparada. Terminamos de ponerla y empezamos a comer. Durante la comida no se habló de ningún tema especial. Simplemente, veíamos la tele. Hacíamos algún comentario sobre las noticias, pero nada más. Cuando acabé, cogí mi plato y mi vaso y los llevé al fregadero. Subí a mi habitación y me tumbé en la cama en silencio. Me quedé dormida.
“Querido diario, hoy hace 2 meses que Sergio y yo estamos juntos. Lo quiero mucho. Me lo paso muy bien cuando estoy con él y me ha ayudado a superar lo de Justin. Es una persona genial y además es buen estudiante. Mis padres están muy contentos con él. Espero que duremos mucho tiempo juntos. Por ahora, los estudios nos van bien a los dos, así que, creo que pasaré el curso. Miri por fin perdonó a Pablo y están juntos de nuevo, y Laura, está con Jorge. Ahora todos tenemos a nuestro principito.”
Leí varias veces lo que había escrito. Dos meses.. es poco, pero a la vez , para mí es mucho. Cerré el diario.
 “I just need somebody to love.. I, I don’t need to much, just somebody to love. I don't need nothin' else..”
Oogh, tengo que cambiar esa canción. Me levanté de un salto y cogí la Blackberry. No miré quién era.
Yo: ¿Si? 
Miri: Ah, ¿estabas dormida? –rió-
Yo: No , que va –negué-
Miri: Sí lo estabas
Yo: Que no..
Miri: Sii
Yo: ¡Vale ya Miri!, ¿qué querías?
Miri: Pues era para ver si querías ir a dar una vuelta ahora a las 6 menos cuarto.
Miré la hora. Eran las 5. Me dará tiempo de arreglarme.
Yo: Vale, ¿Dónde quedamos?
Miri: En el parque a esa hora.
Yo: Y, ¿Quién va?
Miri: Todos.
Yo: Y con todos te refieres a..
Miri: Inma, Rocío, Laura, Jorge,  Sergio, Andrés, Raúl ,Pablo, tú y yo.
Yo: Vale, allí estaré. Te dejo que me tengo que arreglar.
Miri: Sí, yo igual. Adiós, un beso.
Yo: Adiós, hasta ahora.
Colgar. Dejé la Blackberry en mi escritorio y preparé la ducha y la ropa que me iba a poner. Entré en la ducha y a los 10 minutos salí y me terminé de arreglar. Me vestí con una camiseta morada, unos pantalones blancos y unas Supras moradas a juego con la camiseta. Me hice una cola alta. Fui a mi habitación, cogí la Blackberry , miré la hora y la guarde en mi bolsillo. Eran las 5 y media. Será mejor que vaya saliendo ya. Me eché colonia. Repasé mi habitación una vez más por si se me olvidaba algo y bajé las escaleras.
Yo: Mamá, me voy con las chicas. –cogí las llaves-
Mamá: Vale, no vuelvas muy tarde.
Yo: Vale, a las once estoy aquí. –dije mientras abría la puerta-
Mamá: Che, che, che, ¡ché!. De once nada. A las diez y media aquí que mañana tienes instituto.
Yo: Pero mamá, ¿Qué más da? Solo es media hora..
Mamá: A las diez y media o nada.
Yo: Vale, vale.. A las diez y media.. –salí-
Cerré la puerta. Me di la vuelta y me quedé mirando la calle. Suspiré. Espero que esta vez no me pase nada, siempre que salgo de casa me desmayo o me ocurre algo por el estilo.
 Comencé a caminar hasta que llegué al parque. Allí estaban Rocío, Raúl, Miri, Pablo, Jorge Laura, Inma y Andrés. Me acerqué a ellos.
Yo: ¡Hola! –sonreí y los saludé uno por uno-
Todos: ¡Hola Fanny!
Yo: ¿Dónde está Sergio? –miré a un lado y después al otro-
Miri: Me ha llamado y me ha dicho que no puede venir.
Yo: Ah.. Bueno, pues nada, estará liado.
Inma: Bueno, ¿Dónde vamos?
Rocio: ¿Qué os parece si vamos al cine?
Laura: Sí, podemos ver “Agua para elefantes”, ¿Qué os parece?
Pablo: Por mí vale.
Rocío: Sí, vamos a verla.
Mientras íbamos hacia el cine, charlábamos, hacíamos bromas y reíamos. Pero yo no estaba muy bien, hoy hacíamos 2 meses y no había venido. Será que estará estudiando.
A los diez minutos llegamos al cine. Compramos las entradas, algunas palomitas y bebidas. Entramos en la sala nueve, que era la de la película, subimos a la fila 11 y se sentaron cada una al lado de su pareja, menos yo. Yo estaba sola en el extremo izquierdo, junto a Miri. Empezó la película y se hizo el silencio. A la mitad de la película me entraron ganas de ir al baño.
Yo: Miri, tengo que ir al baño, ahora vuelvo.
Miri: ¿Quieres que te acompañe?
Yo: No, tranquila, no hace falta. Quédate aquí. –dije levantándome-
Miri: Como quieras.
Empecé a bajar las escaleritas cuando me pareció escuchar la voz de Sergio. Me giré pero solo había una pareja mirándose y riéndose. Seguí bajando y de nuevo, escuche su voz. Me volví a girar.
Yo: ¿Sergio?
El chico se giró y se quedó mirándome. Con la oscuridad no podía ver muy bien, así que me acerqué un poco para ver si realmente era él. Me quedé perpleja. Sí, era él.
Sergio: Fanny, puedo explicártelo.. –dijo levantándose-
Yo: ¿Explicarme qué? ¿Que no me quieres? ¿Qué ya no sientes nada? ¿Qué las cosas han cambiado? -grité- ¿Qué la prefieres a ella? –dije señalándola-
Sergio : Fanny, no grites. Vamos fuera.
Yo: ¡Fuera te vas a ir tú! No me vuelvas a hablar en tu vida, ni me mires, ni si quiera hables de mí. ¿Cómo has podido? Encima hoy, que hacíamos dos meses. –comencé a llorar-
Sergio: Fanny, relájate. No llores. Salgamos fuera. –dijo cogiéndome del brazo-
Yo: ¡Te he dicho que no pienso ir fuera! –grité mientras me soltaba de su brazo-
Miré a mi alrededor . La gente había dejado de  mirar la película y nos estaba observando, como si nosotros fuéramos la película.
Sergio: Fanny, por favor. Déjame que te lo explique..
Yo: ¡Sergio desaparece! ¡Vete de aquí! ¡No te quiero volver a ver! ¡Sois todos iguales!
Sergio: Fanny, por favor, hablemos fuera..
Rocío: Sergio, te está diciendo que no quiere saber nada de ti. Vete. Olvídala, creo que eso se te da bien.
Sergio: Pero Rocío, solo quiero explicarle..
Rocio: ¡Que te vayas! –gritó mientras me abrazaba-
Sergio cogió de la mano a la chica rubia y salió de la sala.
Rocio: ¿Y vosotros qué? ¿No tenéis nada mejor que hacer? – le gritó a la gente que estaba mirándonos-
La gente se dio la vuelta y siguió mirando la película.
Rocío: Cariño, vamos al baño. Miri, Inma, Laura, vamos. –les ordenó-
Fuimos al baño. Me miré al espejo. La pintura se me había corrido, tenía los ojos rojos e inchados. Pero eso ahora no me importaba. Abrí el grifo con agua fría y me enjuagué la cara.
Miri: Los tíos son todos iguales.
Yo: Ya lo sé.
Inma: Compi, deja de llorar. No merece la pena llorar por alguien que no te supo valorar. ¿Te acuerdas? Esa frase me la dijiste tú en 2º.
Yo: Es verdad. Tienes razón. –me limpié las lágrimas-
Laura: Toma un poco de pintura. –dijo sacándola de su bolso-
Me pinté un poco y le devolví la pintura.
Yo: No sé por qué siempre pierdo. Primero Pablo, después Justin, después Sergio.. Estoy harta. He cometido muchos errores al enamorarme de ellos.
Miri: Ya llegará aquel que no te haga sufrir. Además, ¿qué hay de mi frase? Never a failure, always a learn.
Yo: Tienes razón, pero, ya estoy un poco arta.
Laura: Venga, dejemos el tema. Vamos a salir, que los chicos estarán impacientes.
Salimos del baño. Los chicos estaban esperando.
Andrés: ¿Estás bien? –dijo abrazándome-
Yo: Sí, ahora mejor.
Raúl: Nos alegramos de que estés mejor.
Rocío: Si bueno, vamos a dejarlo. ¿A dónde vamos?
Yo: Yo a mi casa, vosotros no sé.
Inma: De eso nada, tú te quedas.
Yo: No tengo ganas, enserio..
Rocío: Eso, tú te quedas.
Miri: No la obliguéis, si no quiere, no quiere. Dejad que se vaya. Si así se siente mejor..
Yo: Pues, me voy ya.
Me despedí de todos y salí del cine. Me puse los auriculares y me dirigí a casa. Eran las nueve. Es bastante temprano, pero no tengo ganas de seguir en la calle.
Después de unos 15 minutos andando, llegué a casa. Saqué las llaves y abrí la puerta.
Yo: Hola –saludé-
Mamá: ¡Qué temprano estás aquí! ¿Se te ha olvidado algo?
Yo: No, es que no tengo más ganas de estar fuera.
Papá: Perfecto, queríamos hablar contigo de algo.
Yo: Bueno, antes voy a dejar mis cosas en la habitación.
Mamá: Como quieras. Te esperamos aquí.
Subí las escaleras y entré en mi habitación. Dejé la Blackberry en el escritorio, cogí el diario y lo abrí. Rompí la hoja que había escrito antes. Busqué un boli y comencé a escribir de nuevo el día de hoy. Cuando terminé, guardé el diario, me puse el pijama y bajé al salón. Allí sentados en el sofá, estaban los dos. Me senté al lado de mi madre.
Yo: ¿Y bien? ¿Qué es eso de lo que me tenéis que hablar?
Papá: Pues verás..

martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 32.

Escuché un ruido. No le hice mucho caso. Seguí pensando. Escuché pasos que se acercaban. ¿Pasos? Pero si mi madre se había ido. Noté como alguien se apoyaba lentamente en mi cama, sentía su respiración acelerada. Me levanté de un saltó y vi la sombra de alguien a los pies de mi cama.
Yo: ¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh! –grité horrorizada-
XX:¡No grites! Soy yo, Pablo. –dijo encendiendo la luz-
Yo: Uf, Pablo, ¡me has asustado!  ¿no podías haber pegado a la puerta?
Pablo: Es que como estabas dormida..
Yo: No lo estaba. Pero, gracias por asustarme.
Pablo: No era mi intención.. –dijo agachando la cabeza- Bueno pues si te he molestado me voy –se dirigió a la puerta-
Yo: No, ¿Qué querías?
Pablo: Decirte, que si no me vas a perdonar nunca que me lo digas ya, porque yo no estoy pendiente de ti para que tú no me hagas caso, para que me utilices como a una muñeca de usar y tirar.
Yo: Pablo, ¿Te estás oyendo? Yo podría decir perfectamente todo eso de ti. Así es como me he sentido yo todo éste tiempo, ¿te das cuenta?
Pablo se quedó cayado.
Yo: Pues bueno, ahora que veo que te has dado cuenta, te perdono.
Pablo: ¿De verdad? –se le iluminaron los ojos-
Yo: Sí.
Pablo: Menos mal –suspiró- Pensé que había perdido tu amistad para siempre.
Yo: La perdiste, pero la volviste a recuperar. Y ahora, ¿Me dejas dormir?
Pablo: Sí, me voy que es muy tarde. Adiós, que descanses. Nos veremos mañana –sonrió y salió de la habitación-
Apagué la luz y me volví a tumbar. Había perdonado a Pablo ¿Era lo correcto?, creo que sí. Había aprendido a no utilizar a la gente, o por lo menos eso había expresado nuestra conversación. Hablaré con Miri para que ella también le perdone. Total, es una persona, y como todos, comete errores  y nadie es perfecto. Ahora sí, todo esto volvía a cobrar forma. Todo volvía a ser como antes. Pero faltaba una pieza.. Y esa pieza no iba a volver a aparecer.
Será mejor que deje de pensar en eso. Cerré mis ojos y me dormí.
---------------------A la mañana siguiente-----------------
Tocaron a la puerta de mi habitación y sin que yo diera permiso para entrar, mis padres entraron junto a Isa y abrieron las persianas. El sol de la mañana  me alumbró la cara haciendo que tuviera que cerrar los ojos. Metí mi cabeza bajo la almohada.
Mamá: Vamos dormilona, tenemos que volver a casa –dijo zarandeándome-
Yo: Umm.. Dejadme dormir.. –me revolví por la cama-
Papá: Vale, dejémosla aquí.
Yo: ¡Ni hablar! –dije dando un salto y levantándome de la cama-
Se rieron.
Yo: ¿Qué hora es?
Isa: Las..-miró su reloj- nueve y media.
Yo: ¿Tan temprano? –Bostecé-
Mamá: Sí, cuanto antes lleguemos más cosas nos da tiempo de hacer.
Yo: ¿No voy a ir al insti?
Papá: No, hoy no. Tienes que descansar en casa. Pero mañana irás. Estás perdiendo demasiadas clases.
Yo: Pues, no me alegro de no ir..
Mamá: ¿Y eso? Qué raro..
Yo: Es que ya me aburro de estar en casa, pero da igual. Así ordeno un poco.
Papá: Bueno, bueno, basta de hablar. Fanny, recoge tus cosas. Te esperamos abajo. –dijo abriendo la puerta-
Yo: Vale, me cambio, recojo las cosas y bajo.
Mis padres salieron de la habitación.
Isa: Bueno Fanny, ¿Contenta de volver a casa?
Yo: Hombre, tampoco es que me haya tirado aquí un mes.. bueno puede que sí, pero no seguido.
Isa: Jajajaja. Bueno, te ayudo a recoger anda. –dijo mientras guardaba algunas cosillas-
Terminamos de recoger las cosas. Me cambié la ropa y le di la bata a Isa. Bajé al vestíbulo y allí estaban mis padres, sentados en uno de los sillones.
Mamá: Por fin bajas.- se levantó-
Yo: Tampoco es que haya tardado mucho..
Papá: Bueno, será mejor que nos vayamos yendo ya. Tu madre tiene que preparar la comida.
Yo: Sí, me voy a despedir de Isa.
Fui a buscar a Isa que estaba en la planta de arriba. No la encontraba así que decidí preguntarle a una enfermera.
Yo: Perdone, ¿Me podría decir dónde se encuentra Isa? –sonreí-
Enfermera: Pues.. Mira, por allí viene.
Yo: Muchas gracias.
Enfermera: De nada- sonrió y siguió con su trabajo-
Me acerqué a Isa.
Yo: Isa, ya me voy. Espero volver a verte.
Isa: Sí, yo también lo espero.- esbozó una sonrisa-  Mira, si quieres toma mi número de teléfono.
Yo: Vale, un momento que saco  el móvil.  –metí la mano en mi bolsillo y saqué el móvil-
Isa: 696 332 775
Yo: Mm.. vale.. Ya está. Bueno, cuando tenga tiempo te llamo ¿vale?
Isa: Claro, intentaré buscar algún hueco libre para que nos veamos y me cuentes como te va.
Yo: Pues claro –reí- Bueno, adiós. –le di dos besos- Ya nos veremos –sonreí-
Isa: Adiós cariño, cuídate –me respondió-
Bajé de nuevo. Salí del hospital y entré en el coche. Mi padre arrancó el coche y emprendimos el camino a casa.
Yo: Mamá, pon la radio por fa.
Mi madre extendió el brazo y encendió la radio. Puso “Los 40 principales”. Estaba sonando “Only girl” de Rihanna. Miré por la ventana y empecé a tararear la canción.
Mamá: ¿Esta de quién es?
Yo: De Rihanna, mamá.. De Rihanna..
Mamá: Ah, vale.
Sonaron dos canciones más, “ Alejandro” de Lady Gaga y otra más, que no recuerdo el nombre. Yo seguía mirando por la ventana, sin hacer caso a nada.
…” There’s gonna be One less lonely girl(One less lonely girl) One less lonely girl (One less lonely girl) There’s gonna be One less lonely girl (One less lonely girl) One less lonely girl.. How many I told ya’s, lets start overs..”
Yo: ¡Mamá quita esooooooooooooooo! –grité mientras me tapaba los oídos-
Mamá: ¡Vale, vale no chilles! –dijo cambiando de cadena-
Yo: ..Gracias.. – me quité las manos de las orejas-
Llegamos a casa. Cogí mis cosas del maletero y subí a mi habitación. Puse música, busqué mi diario y escribí lo que me ha pasado en estos días. Cuando acabé, lo guardé y cogí el portátil. Entré en el tuenti. Un mensaje privado. Lo miré. Era de Pablo.
-Pablo García:
“ Hola Fanny, verás quería decirte que..

domingo, 22 de mayo de 2011

Capitulo 31.

En ese momento mi corazón se paralizó. ¿Otra vez? ¿Otra vez la misma historia? ¿Por qué? Me quedé sin respuesta. Puede ser que sintiera algo por ese chico, pero no quería perder otra vez en este juego. Este juego al que jugar, se me daba muy mal.
Sergio: Fanny, ¿te pasa algo? –dijo mirándome-
Yo:  AH, no no, estoy bien. ¿y quién es? –dije un poco seria-
Sergio : Pues.. –me miró a los ojos-
Me quedé mirando sus ojos. Sus preciosos ojos color avellana. Expresaban seguridad. Sergio se fue acercando poco a poco hacia mí, hasta que nuestros labios se juntaron. Cerré mis ojos y me dejé llevar. Nos separamos. Me miró y sonrió. Le devolví la sonrisa.
Sergio: Bueno..Ya lo sabes.. –se sonrojó de nuevo-
Yo: Sí, ya lo sé.
Sergio : ¿Y podría saber si ella siente lo mismo?
Yo: Pues.. –me quedé pensando-
¿ Sentía algo por él? Sí, lo sentía. Pero era más fuerte lo que sentía por Justin. Pero a ese chico lo conocía desde hace unas horas. A lo mejor con el tiempo.. Sí, lo quiero. Es diferente a los demás. Es gracioso, simpático, agradable.. Como Just.. Como nadie, como nadie.
Yo: Pues creo que sí, ella siente lo mismo.
Sergio: ¿Y le podrías decir si quiere ser mi novia?
Yo: Espera que se lo pregunto. –reí-
Me quedé callada durante un minuto. Él parecía impaciente. Pero sabía perfectamente lo que le iba a contestar.
Yo: Dice que sí. –sonreí-
Sergio: Perfecto, voy a por ella. –se levantó de la cama y se dirigió a la puerta-
Me quedé mirándole mientras se alejaba. Pero, ¿No era yo? Mi cara estaba descompuesta. Sergio abrió la puerta y cuando iba a salir me miró y se empezó a reír. Cerró la puerta y se volvió a sentar en la cama.
Sergio: Deberías haberte visto la cara – seguía riendo-
Yo: No me hables – me crucé de brazos y miré hacia otro lado-
Sergio: Vamos Fanny, no te enfades.. era una broma –me abrezó-
Yo: Bueno.. vale..- le seguí el abrazo-
En ese momento entraron las chicas riendo y hablando.
Rocio: ¡huy!, ¿interrumpimos algo?
Yo: No, pasad pasad.
Miri: Creo que aquí hay algo que nosotras no sabemos.. –dijo mientras se sentaba-
Yo: Qué lista ¿no?
Miri: Ya sabes, tu ídola siempre es lista a pesar de ser rubia. –me guiñó un ojo-
Inma: Oye, oye que yo también soy rubia y soy lista ¡eh!
Nos reímos.
Laura: Sí, Inma, eres muy lista.
Inma: Oye, que ser pato hoy en día no es fácil.
Rocío: Será por eso..
Volvimos a reír.
Sergio: Bueno, creo que me voy a ir.. . se levantó-
Yo: ¿Por qué? Quédate un poco más por fa.. –puse cara de cachorrito-
Sergio: Bueno vale.. – se volvió a sentar-
Rocío: Vale, contarnos ya lo que nos hemos perdido –dijo mientras chasqueaba los dedos-
Yo: No hay nada que contar – me reí-
Miri: Ya, no hay nada que contar y la Inma es lista.
No pudimos evitar reírnos con esa expresión. Todos, menos Inma.
Inma: Oye, esa clase de bromas no me gustan ¡eh!
Laura: Vamos Inma..
Inma: Bueno tengo que admitir que me ha hecho gracia – rió-
Yo: Oye, ¿qué ha dicho la de matemáticas? ¿Me puso el negativo?
Miri: no, te lo quitó al final porque dijo que te encontrabas muy mal y por eso estabas así.
Yo: Ah, menos mal..
Rocio: Pero no te creas que por un negativo..
Miri: Bueno bueno, creo que nos estamos yendo del tema.
Sergio y yo nos miramos sin saber muy bien qué era lo que quería decir.
Miri: Si, no me miréis así que sé perfectamente que vosotros sabéis de lo que estoy hablando.
Sergio: Bueno, bueno..nos habéis pillado.
Rocio: Já, lo sabíamos.
Inma: ¿El qué sabíamos? –dijo un poco perdida-
Laura: Nada pato, nada..
Inma: No, no que yo me quiero enterar.
Miri: Bueno, vamos yendo para nuestras casas y te lo cuento por el camino.
Las chicas se despidieron de mí. Sergio también se fue con ellas.
Me quedé mirando la pared. Las cosas cambian tan rápido.. y el tiempo vuela.. Desearía parar el tiempo. Tocaron a la puerta.
Yo: ¡Adelante!
Isa entró con la cena.
Isa: ¿Qué tal está la niña más guapa?- dijo mientras dejaba la bandeja en mis piernas-
Yo: Muy bien, gracias- contesté-
Isa: Me alegro. Tengo buenas noticias. He hablado con el doctor y dice que podrás salir mañana. Qué bien ¿eh?. –sonrió-
Yo: Sí, muy bien..
Isa: ¿Te pasa algo?
Yo: Pff.. Isa, no estoy segura de lo que acabo de hacer.
Isa: ¿Qué has hecho?
Yo: Verás, ¿te acuerdas que me dijiste que me olvidara de Justin? Eso ya lo hablamos antes. Bueno pues, un chico nuevo vino a clase hoy y me cayó muy bien. Pues me ha pedido ser su novia y le he dicho que sí.  Es una forma de olvidarme de él, ¿no?
Isa: Bueno, si realmente no sientes nada por el chico.. no, no lo es. Porque jugarás con sus sentimientos. Pero si verdaderamente sientes algo, entonces sí, puede ser una forma.
Yo: Hombre, sentir..siento algo, pero.. lo conozco de apenas unas horas.
Isa: Cariño, llevas aquí desde ayer. ¿Cómo lo vas a conocer de hoy? Si estabas inconsciente..
Yo: Bueno, lo mismo es porque es como si no hubiera hablado más con él.
Isa: Dejémoslo ahí. Ahora, tengo que seguir repartiendo la cena. Vendré después ¿vale?
Yo: Vale, después hablamos.
Me dio un beso en la frente y salió de la habitación. Era increíble. Es como la hermana mayor que nunca he tenido. En tan poco tiempo le he cogido tanto cariño.. Quiero ser como ella. Volvieron a tocar a la puerta. Vaya, qué rápido reparte Isa la cena.
Yo: ¡Adelante!
Abrieron la puerta. No era Isa, eran mis padres.
Mamá: Cariño mío, ¿cómo te encuentras?- me abrazó-
Yo: Muy bien mamá. –dije mientras empezaba a cenar-
Papá: Nos han dicho que mañana te dan el alta.
Yo: Sí, a mí me lo dijo Isa.
Mamá: Qué bien ,¿no?
Yo: Pues sí, en muy poco tiempo he pasado más de una semana en un hospital. Increíble. –reí-
Papá: Sí, la verdad es que llevamos una racha..
Yo: Ya, lo sé.
Mamá: Cariño, ¿nos puedes dejar solas un momento? – dijo mirando a mi padre-
Papá: Sí, voy a la cafetería a por algo de cenar. –dijo saliendo de la habitación-
Mamá: Lucero, ayer hablé con Isa y me dijo que te pasaban todos estos desmayos porque..
Yo: Porque no estoy comiendo bien, y mi cuerpo necesita proteínas y blablablá –interrumpí- Yo también he hablado con ella.
Mamá: Bueno, pues eso. Necesitas seguir comiendo como antes. ¿A caso crees que él está así?
Yo: Ni mucho menos, él estará gozando de todo lo que está viviendo y divirtiéndose con Selena.
Mamá: Pues por eso, tú tienes que hacer lo mismo.
Yo: Pues no lo había mirado de esa manera..
Mamá: Lo que tienes que hacer es salir a la calle a divertirte con tus amigas, centrarte en tus estudios y olvidarte de lo que pasó.
Yo: Decirlo es muy fácil..
Mamá: Pero tienes que poner de tu parte.
Yo: Lo intento, pero es imposible mamá. –dije soltando la bandeja en la mesita de noche-
Mamá: Sólo esfuérzate.
Yo: Bueno, lo intentaré. Ahora, voy a dormir. –dije tumbándome-
Mamá: Vale, pues yo voy a bajar a cenar y después subiré a dormir. Buenas noches mi vida- me besó la frente-
Yo Buenas noches mamá.
Mi madre salió de la habitación y apagó la luz.
Cerré mis ojos. En mi cabeza apareció la imagen de Sergio junto a la de Justin. ¿Con cuál quedarme? Por supuesto, con Sergio. Él está aquí, conmigo. Mientras que Justin está lejos, con otra. Estoy deseando volver a casa, salir con mis amigas y divertirme. No puedo estar toda mi vida lamentándome por lo que pasó.
Escuché un ruido. No le hice mucho caso. Seguí pensando. Escuché pasos que se acercaban. ¿Pasos? Pero si mi madre se había ido. Noté como alguien se apoyaba lentamente en mi cama, sentía su respiración acelerada. Me levanté de un saltó y vi la sombra de alguien a los pies de mi cama.
Yo: ¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh! –grité horrorizada-
XX:¡No grites! Soy yo..

sábado, 21 de mayo de 2011

Capitulo 30.

Empecé a tambalearme de un lado a otro. La cabeza me daba vueltas. Me dolía mucho. Miré la pizarra. Más números, más letras.. La cabeza cada vez me daba más vueltas. La profesora no hacía más que chillarme, pero no la entendía. Miré a mis compañeros. Qué graciosas se veían sus caras. Los veía doble. Algunos tenían cuatro ojos. Jajaja, parecían marcianitos.
Profesora: Siéntese en su sitio señorita. Tiene un negativo.
Solté la tiza. Me dirigí a mi asiento. Mi cabeza parecía un bombo. No aguantaba más. Me iba a estallar. De repente, sentí un golpe muy fuerte en mi cabeza y me caí al suelo. Escuchaba voces gritando y ruidos de sillas moviéndose. Hasta que dejé de escucharlo todo. Era todo calma, silencio, tranquilidad..
Abrí mis ojos. No conseguía ver muy bien, pero sabía que eso no era mi habitación. Miré a mi alrededor. Miri, Rocio, Laura, Inma, la profesora de , mis padres y.. ¡PABLO! ¿Pablo? ¿ Pero es que éste niño no va a parar hasta que lo perdone? Él estaba apartado de las chicas. Puesto que ya no se hablaba con Miri después de todo lo que ocurrió.
Rocío: ¡FANNY! ¡Qué bien que te hayas despertado!- dijo gritando-
Todas me abrazaron.
-Rocío, no grites. No es bueno para ella en estos momentos.- dijo una mujer a la que no le pude ver el rostro, pero su voz me era familiar-
Mamá: Cariño, gracias a Dios.. Estás bien. Nos llevamos un susto. –me abrazó con fuerza-
Yo: Mamá..Mamá..¡Mamá no puedo respirar!- grité-
Mamá: Perdona, perdona..  Últimamente lo único que haces es darnos sustos..
Miri: Eso ídola, ¿ya te vale no? –rió-
Yo: No es mi culpa.. Es culpa de.. él. –dije agachando la cabeza-
Todos se giraron hacia Pablo, creyendo que me refería a él. Éste los miró a todos con la cara descompuesta, sin saber qué había hecho.
Yo: No, no es Pablo.
Laura: Ah.. creo que ya sé quién es.
Miri y Rocío: Yo también. –dijeron al unísono-
Inma: Ui, pues yo no sé quién es. ¿Quién es? ¿Me lo decís? –miró a todas con una gran sonrisa en la cara-
Todas nos reímos.
Miri: Inma, tú como siempre hija, la más tonta..
Inma: ¡Oyeee!
En ese momento entró la enfermera, que había salido de la habitación mientras hablábamos. Habló durante unos segundos con mis padres y después se giró hacia mí.
Yo: ¡ISAAAAAAAAAAA! – grité mientras me levantaba de la cama-
Al apoyarme en el suelo mis piernas no respondieron y caí al suelo. Todos se asustaron, menos Isa. Me ayudaron a levantarme y me colocaron otra vez en la cama. Me dolía mucho la cabeza.
Yo: ¿Por qué me ha pasado eso? – pregunté-
Isa: De eso te quería hablar. ¿Me dejáis con ella ,por favor? –se dirigió a todos los demás-
Todos salieron de la habitación y nos quedamos Isa y yo.
Isa: Fanny, tengo que hablar contigo muy seriamente. Verás, ¿Sabes por qué te han ocurrido todos estos desmayos?
Yo: Mm.. no. –contesté- ¿Por qué?
Isa: Pues verás, ¿ Estás comiendo como comías antes del viaje que hiciste?
Yo: No, ahora a penas como.
Isa: ¿ Y eso a qué se debe?
Yo: Pues.. –agaché la cabeza-
Isa: Fanny, no puedes dejar de comer por él. Tienes que seguir con tu vida diaria como antes. Llevas sin comer bien desde hace unas semanas, por eso te has desmayado tanto. Tu cuerpo necesita proteínas, y más ahora que estás creciendo, pero si tú no comes, tu cuerpo se desvanece, te mareas y te desmayas.
Yo: Pero Isa, me es imposible olvidarlo. Lo intenté, te juro que lo intenté, pero no puedo. En todos lados están sus recuerdos, cada frase, cada movimiento, cada sonido me recuerda a él. Isa, no puedo. – empecé a llorar-
Isa: Fanny, si no puedes, te olvidarás con el tiempo por tu cuenta, pero no puedes dejar de comer. Tienes que seguir como antes. Venga, vamos.. no llores. –me abrazó-
Yo: Bueno.. –me limpié las lágrimas- Está bien, pero espero olvidarme pronto, no aguanto más esta vida..
Isa: Cariño, no digas eso. Ya verás como te olvidarás. Ahora, iré a llamar a tus amigos y a tus padres para que entren sin quieren. Tengo que hacer más cosillas..
Yo: Vale Isa, ¡Ah! Por cierto, ¿Qué tal Claudia?
Isa: Pues muy bien, pero tiene muchas ganas de verte.
Yo: Yo también a ella, dile de mi parte que si quiere venir a mi casa este Sábado.
Isa: Se lo diré, ahora me voy. –abrió la puerta-
Yo: Isa, gracias –sonreí-
Isa: De nada – me devolvió la sonrisa y salió-
Me quedé pensando. ¿Olvidarlo con el tiempo por mi propia voluntad? Creo que va a ser imposible, sino, ya lo habría olvidado. Pero bueno, tiempo al tiempo.
Mientras estaba metida en mis pensamientos tocaron a la puerta.
XX: ¿Se puede? – abrió la puerta-
Yo: Adelante.
Pablo: Hola –sonrió una vez dentro-
Yo: Hola –dije seria-
Pablo: Fanny, siento todo lo que te ha pasado..
Yo: No tienes por qué sentirlo, no tienes la culpa. Bueno en realidad, en una parte sí, pero ya se ha arreglado todo.
Pablo: Lo sé, pero no sabes cómo me sentí cuando vi que te caíste al suelo y no te levantabas.
Yo: Supongo que no sentiste nada.
Pablo: Fanny, por favor, deja de ser así conmigo. Perdóname, por favor.
Yo: Pablo, te he dicho que por ahora no te voy a perdonar.
Pablo: Pero Fanny..
Tocaron a la puerta.
XX: ¿Se puede pasar? –dijeron desde el otro lado-
Yo: Si, adelante.
Sergio: Hola Fanny, ¿Cómo te encuentras?
Yo: ¡Hola Sergio! Supongo que bien, aunque me duele la cabeza.
Sergio :Me alegro de que estés mejor. Por cierto, quería hablar contigo de algo. ¿Podemos hablar?
Yo: Claro.- contesté- Pablo, ¿puedes salir ,por favor?
Pablo: ..Está bien.. –dijo mientras se dirigía a la puerta-
Salió de la habitación y Sergio se sentó en mi cama.
Yo: Bueno, ¿Y qué es eso de lo que quieres hablar?
Sergio: Pues verás, resulta que..
Yo: que...
Sergio: Que me gusta una chica de la clase. –se sonrojó-
En ese momento mi corazón se paralizó. ¿Otra vez? ¿Otra vez la misma historia? ¿Por qué? Me quedé sin respuesta. Puede ser que sintiera algo por ese chico, pero no quería perder otra vez en este juego. Este juego al que jugar, se me daba muy mal.
Sergio: Fanny, ¿te pasa algo? –dijo mirándome-
Yo:  AH, no no, estoy bien. ¿y quién es? –dije un poco seria-
Sergio : Pues..

miércoles, 18 de mayo de 2011

Capitulo 29.

Salí de clase y fuimos con Rocío y con Laura. A estas también les conté todo lo ocurrido. Volvimos a clase, nos sentamos. Tocó el timbre y entró el profesor. Empezó a pasar lista y a los 5 minutos tocaron a la puerta. Un chico entró. No le hice mucho caso.
Profesor: ¡Ah! El chico nuevo! Bueno, chicos y chicas este es vuestro nuevo compañero Sergio González. Ha llegado nuevo a esta ciudad por motivos de trabajo de sus padres. Espero que lo tratéis bien.
Hubo algún que otro comentario por la parte del final, pero nadie hizo mucho caso.
Profesor: Muy bien, Sergio, siéntate.. allí. –dijo señalando un sitio libre que había delante nuestra-
Sergio: Vale.
Sergio se sentó, sacó sus cosas y el profesor comenzó la clase. Sergio era guapo. Moreno, ojos color avellana, melenita.. Me recordaba a.. Justin. ¡Mierda! Otra vez. Tengo que dejar de pensar en él.
El profesor seguía explicando, pero yo no atendía. Muy pocos lo hacían. Miré a mi izquierda. Leo estaba jugando con un bolígrafo, Mario estaba embobado mirando a nada y así todos los demás. Miré a mi derecha. La Inma estaba pegando fotos de Mario Casas en su archivador, Miri estaba dibujando y en resumen, todos estaban distraídos. Abrí mi libreta, cogí un lápiz y empecé a dibujar.
Primero dibujé mi nombre y alrededor corazones, flores y cosas así. Seguí dibujando sin pensar. Empecé a colorearlo todo. Hasta que vi algo que había puesto sin darme cuenta. Me quedé mirando la hoja, ¿Enserio había puesto yo eso?
Miri: Idola, ¿Qué haces? ¿Por qué escribes eso? Sabes que no deberías.
Yo: Lo sé pero, no me acuerdo de haberlo dibujado.
Miri: Qué cabeza tienes. Bórralo ya o lo borro yo.
Yo: Ya voy, ya voy.
Cogí  la goma y empecé a borrarlo. Primero la J, después la U, después la S, después la T, después la I y por último la N. Justin, sí, había escrito Justin. ¿Cómo puede ser? Ni idea. Pero no me lo puedo sacar de la cabeza. ¿Qué estará haciendo ahora? Seguramente con Selena, feliz, paseando por las calles de no sé donde , con millones de fans twitteándole, siguiéndole.. Pff. Una lágrima calló por mi mejilla.
Sergio: Oye, ¿Me dejas un bo.. ¿Por qué lloras?
Yo: Por nada, tranquilo –me limpié la lágrima- No te preocupes –sonreí-
Sergio: Bueno, si tu lo dices. Pero eres muy guapa como para que llores –sonrió-
Yo: Gracias –dije sonrojada- ¿Querías un boli?
Sergio: Sí, por favor.
Profesor:  Señor González, señorita López, ¿Algo que comentar en público? –dijo mientras se cruzaba de brazos-
Sergio: No, sólo le pedí un boli.
Profesor: ¿Y para eso se tardan 3 minutos?
Yo: Profesor no exagere..
Sergio: Verá es que le dolía la cabeza y cuando me he dado la vuelta para pedirle el boli la he visto un poco.. mareada. Y por eso le pregunté eso aparte. Nada más.
Profesor: ¿Es verdad eso señorita López?
Yo: Ehh.. Sí profesor, me duele un poco la cabeza.. –dije tocándome la frente-
Profesor: Si quiere puede ir a tomar un poco el aire.
Yo: Muchas gracias profesor.- me levanté de mi sitio-
Profesor: La próxima vez dígamelo. Pero no se lo diga a su compañero porque otro profesor podría echarla de clase.
Yo: Está bien, no volverá a ocurrir.
Salí del aula. Me dirigí al baño. Entré.  Me miré al espejo. Una lágrima corrió por mi mejilla en silencio. Oí pasos que se acercaban. Me encerré en uno de los baños. Al parecer la persona se paró en la puerta del baño en el que yo había entrado. Dio dos toques a la puerta.
XX: ¿Fanny? ¿Estás bien? –dijo desde el otro lado-
Yo: Sí, estoy bien. Necesito estar sola, por favor.
Miri: Vale idola, te dejo. Pero vuelve rápido ¿eh? –dijo mientras se marchaba- Y no te caigas por el retrete. –rió-
Yo no me reí. No tenía ganas de reír, al contrario, tenía ganas de llorar. No salía de mi cabeza ni un segundo. Cada cosa que hacía, cada cosa que me decía, cada cosa que veía, me recordaba a él. ¿Por qué? Es un simple chico. Pero no sé, tiene algo.. diferente. Pero ahora es de Selena. Es una falsa.. Otra lágrima cayó por mi mejilla. Era inevitable, tenía que llorar. Sería lo mejor, desahogarme. Me tiré llorando unos cuantos minutos hasta que decidí salir. Me puse frente al espejo. Tenía los ojos rojos y la pintura corrida. Abrí uno de los grifos y me eché agua en la cara. Saqué un lápiz de ojos que llevaba en el bolsillo del pantalón y me pinté. Me quedé mirando el espejo de nuevo. Esto fue lo mismo que me pasó con Pablo. Pero, esto era más fuerte. Era incontrolable. Y sólo lo conocía de dos días. Increíble. Miré la hora. Casi iba a acabar la clase así que salí del baño. Me dirigí a la clase. Cuando estaba en la puerta me paré, toqué y entré.
Yo: ¿se puede profesor?
Profesor: Sí, Fanny entra. ¿Estás mejor?
Yo: Sí profesor, siento haber tardado tanto pero es que no se me pasaba.
Profesor: No pasa nada, ocupe su asiento y anote los deberes.
Me dirigí a mi asiento rodeada de miradas de toda la clase. Me senté, cogí la agenda y apunté los deberes. Guardé las cosas y esperé a que tocara el timbre.
Miri: ¿Estás mejor idola?
Yo: Sí, pero ahora mismo lo único que quiero es irme a mi casa y encerrarme en mi habitación
Miri: Cariño, no puedes hacer eso. Tienes que ser fuerte. Venga, anímate. –me abrazó-
Inma: Ui.. ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué os abrazáis?
Nos reímos.
Miri: Por nada pato, por nada. Anda y vete con tu Andresito.
Inma: Lo haría pero no ha tocado el timbre. –dijo sonriendo falsamente-
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing. Sonó el timbre. Todos nos levantamos y salimos del aula. Miri, Inma y yo salimos al patio para tomar un poco el aire. Cuando quedaban tres minutos volvimos a entrar y fuimos hacia el aula que nos tocaba. La profesora de matemáticas llegó, abrió la puerta y entramos. Ocupamos nuestros asientos y cuando sonó el timbre, la profesora comenzó a pasar lista. Al terminar, comenzó a explicar la lección. Yo no prestaba atención. Por mucho que lo intentaba, no podía. Mi cabeza desconectaba sola. Miraba a la ventana y veía los pájaros volando, los escuchaba piar, las nubes en el cielo.. alguna que otra me recordaba a Justin, y no, no sé por qué, pero era así.
-Señorita López. Señorita López, atienda. ¡Señorita López! –gritó la profesora-
Miri me dio un codazo.
Yo: ¡Ah! ¡Sí! , perdón.
Profesora: Señorita López, será mejor que atienda.
Yo: Sí, sí. Lo siento. Ya atiendo.
Profesora: Eso espero.
La profesora siguió con la explicación. Yo la miraba, aunque no la escuchaba. En mi cabeza sonaban las canciones de Justin. Intentaba recordar alguna de Usher, pero no podía. En mi cabeza sonaba Justin. Justin, Justin, Justin y más Justin. No volverá. No volverá. Se habrá olvidado de mí. Entonces recordé lo que me dijo Isa. “Si te quiere, volverá” Si te quiere, volverá..Si te quiere, volverá.. Esa frase se repitió millones de veces por mi mente. No me quiere, no volverá. Fanny, olvídate de él. Olvídate. Busca a otro. Él no te supo apreciar. Lo bueno se hace de esperar.
-Señorita López, ¿sería tan amable de salir a hacer este ejercicio? – dijo la profesora ofreciéndome la tiza.
Yo: Eh.. Sí, ahora mismo. – me levanté- Miri ayúdame –le susurré-
Miri: Tía, yo no sé hacerlo. – me contestó-
Salí a la pizarra. Me quedé mirando los números. Muchos números, muchas letras.. Una J.. una U.. Una S.. Una T..una I.. Una N! “JUSTIN” Una mini sonrisa se dibujó en mi cara.
Profesora: Señorita López,¿ me podría decir de que se ríe usted? –dijo mientras se acercaba-
La miré. Miré la pizarra. Letras, números, números, letras… Ui.. qué mareo.. Me empece a reir sin motivo alguno.
Profesora: ¡Señorita López me puede decir qué le parece tan gracioso! –gritó-
Yo: Pues.. Esto.. Jejeje..
Empecé a tambalearme de un lado a otro. La cabeza me daba vueltas. Me dolía mucho. Miré la pizarra. Más números, más letras.. La cabeza cada vez me daba más vueltas. La profesora no hacía más que chillarme, pero no la entendía. Miré a mis compañeros. Qué graciosas se veían sus caras. Los veía doble. Algunos tenían cuatro ojos. Jajaja, parecían marcianitos.
Profesora: Siéntese en su sitio señorita. Tiene un negativo.
Solté la tiza. Me dirigí a mi asiento. Mi cabeza parecía un bombo. No aguantaba más. Me iba a estallar. De repente, sentí un golpe muy fuerte en mi cabeza y me caí al suelo. Escuchaba voces gritando y ruidos de sillas moviéndose. Hasta que dejé de escucharlo todo. Era todo calma, silencio, tranquilidad..

martes, 17 de mayo de 2011

Capitulo 28.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude.
Yo: Mamá ¿Quién es ese chi..
No terminé la frase. Vi la respuesta a mi pregunta. Estaba ahí. En la entrada, mirándome.
Yo: Ah.. Eres tú.. ¿Para qué has venido?
Pablo: Quiero hablar contigo. ¿Puedes venir?
Yo: Verás, es que..
Pablo: Por favor.
Yo: ..ogh..está bien..Me pongo los tenis y salgo. –dije mientras subía las escaleras-
Pablo: Vale te espero fuera.
Subí a mi habitación. Mi prima estaba con el portátil. Cogí los tenis y me los puse.
Marta: ¿Quién era? –dijo  mientras hablaba con sus amigas por messenger-
Yo: Un amigo. – acabé de ponerme los tenis- Volveré dentro de un ratito.
Marta: Ui.. cuidadito con lo que hacéis.. – rió-
Yo: Marta..
Marta: Vaaaaaaale… Ya me callo…
Salí de la habitación. Bajé las escaleras. ¿Qué me querría decir este niño? Después de todo lo que ha hecho.. Los padres estaban en el salón hablando, comiendo pipas y frutos secos, viendo la tele.. Un momento, ¿Y mi primo?. Bah, estará por ahí.
Yo: Mamá, voy a dar una vuelta con Pablo. Marta está arriba con el portátil. No volveré muy tarde. –dije mientras abría la puerta-
Mamá: Vale cariño.
Yo: Una cosa, ¿Y David?
David: ¡¡AQUÍÍ!! –dijo empujándome-
Yo: ¡Niñooooooooooooo! Entra ya.
David: ¡No! Me quiero quedar con Pablo. –dijo abrazándolo-
Pablo: Jejeje. Venga colega, entra. Que sino tu prima se enfada.
David: Joo.. –puso su labio inferior sobre el superior mientras se dirigía a la puerta-
Yo: Venga pequeñajo. Tu hermana está arriba jugando con el ordenador. Ve con ella.
Mi primo salió pitado como si le hubieran metido un petardo en el culo. Cerré la puerta.
Yo: Bueno, ¿Y qué querías?
Pablo: Verás, vine a pedirte perdón..
Yo: Ajam.. ¿Y eso?- me hacía la interesante-
Pablo: Porque hice que tus amigas se pelearan contigo por mi culpa.
Yo: Ajam.. ¿Y pretendes que te perdone?
Pablo: Si..
Yo: Mm.. Bueno, tendría que pensármelo. Ya hablaremos mañana, ¿vale?
Pablo: Pero..
Yo: Pero nada –le interrumpí- Puede que te perdone o puede que no te perdone. Me equivoqué contigo. Yo te quería. Me hiciste sufrir. No me creías. Mentiste para que se enfadaran conmigo. La verdad es que no sé si perdonarte..
Pablo: Por favor Fanny, sabes que yo te quiero mucho y que eres una de las chicas de la clase con las que mejor me llevo.
Yo: Sí, lo sé. Pero eso no cambia lo que hiciste. Me lo pensaré y ya te diré si te perdono o no. Pero hasta entonces, seguimos igual.
Pablo: Pf..como quieras..
Yo: Bueno, ¿Algo más?
Pablo: No..Eso era todo..
Yo:  Bueno, pues creo que a tu casa se va por ahí-señalé al otro lado de la calle-
Pablo: ¿Me estás echando?
Yo: No, sólo te digo por donde está.
Pablo: Fanny, estás siendo muy dura.
Yo: No estoy siendo dura, te he dicho que todavía no te he perdonado.
Pablo: Pero no me trates así..
Yo: Te trataré como yo quiera. Me voy, adiós Pablo, hasta mañana. –dije dándome la vuelta-
Abrí la puerta. Miré a Pablo. Estaba desconcertado. Pensativo. Miré al suelo. ¿Estaba siendo tan dura? Da igual, Fanny no se va a ablandar ahora. Lo miré de nuevo. Cerré la puerta.
Cuando entré y me dí la vuelta mis tíos ya se estaba despidiendo. Seguramente se irían. Me acerqué.
Yo: ¿Ya os váis?
Virgi: Sí, estamos cansados, los primos mañana tienen cole y nosotros tenemos que trabajar.
Yo: Es verdad..Mañana es Lunes.. Qué royo.
Marta: Ya lo sé. No sé quién habrá inventado el colegio, pero lo odio.
Mamá: JAJAJA. Eso es lo que me dijiste tú cariño –dijo mirándome-
Yo: Si es que yo ya te lo dije mamá, todos le odiamos. Bueno me subo arriba.
Me despedí de ellos y de mis primos y subí a mi habitación. Me quité los zapatos. Cogí el pijama y una toalla y me duché. Cuando terminé entré en mi cuarto y puse música. Ordené un poco la habitación y deshice la cama para cuando me fuera a acostar. Miré la hora. Eran las 8. Todavía no iba a dormir. Bajé para comer algo y ver un poco la tele. Entré en la cocina. Mi madre estaba preparando la cena.
Mamá: ¿Vas a cenar?
Yo: Me voy a hacer un sándwich. No tengo mucha hambre..
Mamá: Bueno, con tal de que comas algo.
Me preparé el sándwich ,cogí una fanta y me senté en el sofá. Mi padre estaba leyendo el periódico así que podría ver la tele tranquila. Encendí la tele. Puse las noticias. Salieron varios asesinatos, en el cual uno me llamó la atención. Decía que un hombre entró a una tienda, mató a la dependienta, le cortó la cabeza y salió corriendo por la calle con la cabeza en la mano. Se me pusieron los bellos de punta. Si yo viera correr a un tío por la calle con una cabeza entre los brazos, la verdad, no sé qué haría.
Yo: Qué asco papá, ¿cómo puede haber gente así?
Papá: No lo sé, pero las hay.
Yo: Si que hay que tener ganas de cortarle la cabeza a alguien..
Papá: Son gente que tiene problemas mentales, la verdad.
Yo: Ya..
Miré otra vez la tele. Me pareció ver alguien que conocía en la pantalla. Subí el volumen.
“ El famosísimo Justin Bieber está en Los Ángeles con su novia Selena Gomez. Se le veía muy feliz esta mañana mientras andaba de la mano junto a su feliz novia. Acabará su gira dentro de unos meses y volverá a su ciudad…”
Cogí el mando y apagué la tele. Tiré el mando en el sofá y subí corriendo a mi habitación. No quería oír más nada sobre ese..imbécil. ¿Qué no la quieres? ¿Qué siempre piensas en mí? Cariño, si querías ser actor, enhorabuena. Eres perfecto. Por que “fingir” se te da genial. Empecé a llorar. Era inevitable. No podía aguantar. Quería tenerlo, quería sentirlo, quería oírlo. Pero la Selena esa siempre se sale con la suya. Apagué la música que seguía puesta. Busqué mi diario para distraerme y empecé a escribir el día de hoy. Cuando acabé, guardé mi diario. Preparé la mochila con las materias que tenía mañana, bajé a darle las buenas noches a mis padres y me acosté. Dormirme me fue imposible. Pero al final pude. Esa noticia rondaba por mi cabeza, lo que escuché se repetía como si fuera el eco de una persona en medio de una montaña.
Me levanté a la mañana siguiente como de costumbre, a las 7. Me vestí y todo lo demás. Desayuné, cogí la mochila, el móvil, los auriculares y las llaves y me fui a buscar a Miri. Por el camino les conté a Inma y a ella todo lo que me había pasado. No se lo creían, pero era así. Al entrar en clase solté mi mochila en mi sitio y cuando estaba dispuesta a salir ,alguien me cogió del brazo. Me di la vuelta. Pablo.
Yo: ¿Qué quieres? ¿Quieres saber si te perdono? Necesito mas tiempo.
Pablo: Vamos Fanny..
Yo: Pablo, no me agobies, será peor.
Pablo: Como quieras –dijo soltándome-
Salí de clase y fuimos con Rocío y con Laura. A estas también les conté todo lo ocurrido. Volvimos a clase, nos sentamos. Tocó el timbre y entró el profesor. Empezó a pasar lista y a los 5 minutos tocaron a la puerta. Un chico entró. No le hice mucho caso.
Profesor: ¡Ah! El chico nuevo! Bueno, chicos y chicas este es vuestro nuevo compañero..

domingo, 15 de mayo de 2011

Capitulo 27.

A la mañana siguiente me despertaron ruidos de abajo de gente hablando y riendo. Me di media vuelta e intenté volver a dormirme. No podía. Volví a darme la vuelta. Me tapé la cabeza con la almohada. Tampoco. Decidí ver quien había abajo. Me levanté de la cama. Cogí el móvil y miré la hora. Las doce y media. Vaya, si que soy dormilona. Dejé el móvil en el escritorio cuando me di cuenta de que mi diario no estaba. Miré la puerta. Estaba abierta. Bajé corriendo las escaleras y allí lo vi, sentado en el sofá leyendo mi diario y riéndose.
Cuando me vio se quedó mirándome. Me quedé mirándolo durante unos minutos. Era como una pequeña batalla de miradas desafiantes. Hasta que me lancé a por él para coger mi diario. Él se levantó y empezó a correr por el salón mientras yo lo perseguía.
Yo: ¡ Dame el diario si no quieres morir pequeñajo! –dije mientras corría detrás de él-
David: JAJAJA. ¡Cógelo si puedes! –dijo mientras me enseñaba el diario-
Yo: ¡Ya verás cuando te pille!
Marta:¡ David aquí! ¡Pásamelo!
Mi diario voló desde una punta del salón a la otra dando vueltas. Corrí hacia el sofá y me lancé para intentar cogerlo. Pero el intento fue fallido. Me caí en el sofá y mis primos empezaron a reírse.
Los padres salieron de la cocina.
Mamá: ¿Qué son todos esos chillidos? Ah Fanny, ya te has despertado.
Yo: Sí mamá, ya me he despertado.
Papá: ¿Qué hacías tirada en el sofá?
Yo: Pues es culpa de los enanos. Me han quitado el diario y no me lo quieren dar.
Marta: Qué va, si está en la mesa.-dijo señalando la mesa-
Miré a mi prima, no tenía el diario en la mano. Miré a mi primo, tampoco lo tenía. Miré la mesa. El diario estaba encima de la mesa muy bien colocado. Seguramente mi prima lo colocó cuando vio a los padres salir de la cocina.
Yo:  ¡Lo tenían ellos! ¡De verdad que lo tenían!
Virgi: David, siéntate ahora mismo y deja ya de molestar a tu prima. –dijo señalando el sofá-
Mamá: Virgi, no seas tan dura con él. Seguramente Fanny se lo dejaría ahí y se creía que lo tenían ellos.
Yo: ¡No mamá! Yo lo dejé en mi escritorio, tenía la puerta cerrada y esta mañana la puerta estaba abierta y había desaparecido.
Papá: Dejad de discutir por esa tontería. Fran y yo vamos a ir a comprar la comida. Id preparando la mesa.
Mamá: Subid arriba y poneros a jugar a algo, tenemos que preparar la mesa y no quiero que estéis por medio correteando por el salón.
Yo: Pero mamá, tengo que desayunar.
Mamá: Te saltarás el desayuno, sino después no comerás. Venga, a tu habitación.
Yo: Pero mamá, no me puedo cambiar si están los primos allí.
Mamá: Pues te cambias en el baño.
Yo: Pero mamá..
Mamá: Ya basta de peros, a tu cuarto-dijo señalando la escalera-
Yo: Vaaale.. Vamos. –miré a mis primos-
Cogí el diario. Subimos a mi cuarto. Se sentaron en la cama. Escondí el diario en el armario. Cogí la ropa que me iba a poner  y me fui al baño. Escogí una camiseta rosa fucsia con unos pantalones azul eléctrico y mis tenis.
Yo: No os mováis. Vuelvo enseguida. Y no toquéis nada –dije mirándolos con una mirada desafiante-
Entré en el baño . Me lavé la cara, me peiné, me lavé los dientes y me pinté. Después me vestí y salí del baño. Entré en mi habitación. Mis primos seguían en su sitio.
Yo: Muy bien. Sois muy buenos. –dije entrando en la habitación-
Fui a guardar el pijama en el armario cuando un montón de ropa se me cayó encima. Mis primos empezaron a reírse. Me giré hacia y fui hacia ellos. Mi primo David se levantó corriendo y bajó las escaleras. Mi prima se quedó sentada.
Yo: ¿No corres? –dije mientras me acercaba a ella-
Marta: No tengo por qué correr. Fue David el que colocó la ropa ahí.
Yo: Interesante.. Bueno, pues dejemos que el pequeñajo se quede abajo. –dije cerrando la puerta-
Increíble, mi primo de 8 años me había colocado un montón de ropa en el armario en menos de cinco minutos y había vuelto a sentarse en su sitio.
Yo: Ayúdame a recoger la ropa, anda. –dije mientras me agachaba para recogerla-
Marta: Voy.
Mi prima Marta tiene casi 12 años. Es un poco más madura que mi primo. Pero también tiene sus momentos traviesos. Recogimos la ropa y la guardamos.
Yo: ¿Qué te parece si escuchamos música?
Marta: Vale, ¿Tienes de Justin?
Justin. Justin, Justin, Justin. ¿Por qué me perseguía? Va a ser imposible olvidarse de él. Todo el mundo me lo recuerda. Una punzada se me clavó en el corazón y su nombre se repitió en mi cabeza muchas veces.
Yo: No, tengo de Usher.
Marta: Bueno pues ponlo.
Puse la música. Nos sentamos en la cama. Ninguna decía nada. Yo estaba pensando en Justin otra vez.
Marta:  ¿Qué tal lo pasasteis en los pirineos?
Yo: Pues bien, aunque creo que no sabes quien estuvo allí ¿no?
Marta: No, ¿Quién?
No sabía si decírselo. Mejor mantenerlo en secreto. ¿Para qué contar algo que ya ha acabado? Solo me haría pensar más en ello. Aunque no hace falta contarlo para recordarlo.
Yo: Pues estuve YO. JAJAJA- reí falsamente-
Marta: Vaya, qué graciosa.
Yo: ¿y qué tal tu abuela?
Marta: Pues bien, ya la operaron y ya está mejor.
Yo: Me alegro, ¿y cómo es que estáis aquí? Mi madre no me dijo nada.
Marta: Tu madre nos llamó esta mañana diciéndonos que si queríamos venir a comer. No teníamos nada planeado y vinimos.
Yo: Ah..Vale.
Mi prima se levanto y empezó a bailar como una loca.
Yo: ¿Qué haces?
Marta: Bailar. ¿Es que no me ves? –dijo mientras bailaba-
Yo: Si, te veo. Pero es que así de repente te has puesto a bailar..
Marta: Venga ,baila tú también.
Yo: No no..
Marta: Venga, que no nos ve nadie. –dijo mientras me levantaba de la cama-
¿Bailar? Quizá me venga bien. Me podré despejar un poco de todo y olvidarme del tema. Me levanté de la cama. Puse la música a tope y empecé a bailar con mi prima por toda la habitación. Nos pusimos unas gafas de sol que tenía guardadas y nos hicimos una coleta muy alta. Cogimos dos bolígrafos y los utilizamos como micrófonos. Hacíamos como que cantábamos y nos motivábamos bailando. Cerrábamos los ojos y empezábamos a imaginar que estábamos en un concierto con mucha gente gritando, bailando y cantando con nosotras. En medio de la canción escuche una pequeña risilla que provenía de la puerta. Me di la vuelta y vi que mi primo nos estaba grabando con el móvil de mi tía. Paré la música. Me quité las gafas.
Marta: ¿Por qué la paras? –dijo parando de bailar-
Yo: Por eso –dije señalando a mi primo-
Marta: A por él. –dijo quitándose las gafas-
David: Oh, ooh.. –dijo mientras retrocedía unos pasos hacia atrás-
Salimos corriendo detrás de él y se repitió la misma escena que la de mi diario, pero esta vez éramos mi prima y yo la que perseguíamos a mi primo y en vez de querer quitarle el diario le queríamos quitar el móvil.
Mi padre y mi tío entraron con la comida y nos vieron corriendo.
Papá: ¿Ahora qué pasa? –dijo mientras dejaba las llaves en el mueble de la entrada-
Marta: ¡Que David nos ha grabado mientras bailábamos!
Fran: ¿Y eso que tiene de malo?
Yo: ¡Que no has visto cómo bailábamos y cómo íbamos vestidas!
Fran: David, dame el móvil.
David: Papá, no he hecho nada malo. – dijo mientras le daba el móvil-
Fran: Ya lo sé, veamos el video. –le dio al play-
Marta y yo: ¡Noo! –gritamos mientras le quitábamos el móvil-
Paré el video y lo borré. Le devolví el móvil.
Yo: Aquí lo tienes –dije mientras se lo daba-
Fran: Vaya, quería ver como bailaban mis artistas –rió-
Papá: Fran, ¿vamos a dejar la comida en la cocina y vemos la fórmula 1? Hemos llegado a tiempo.
Fran: Vale.
Entraron a la cocina y nosotras nos quedamos en el salón. Mi prima y yo nos miramos como diciendo “a por él”. Nos giramos pero mi primo no estaba.
Yo: Habrá que buscarlo.
Lo buscamos por toda la casa. Abrimos todos los armarios, miramos debajo de todos los muebles, de todas las camas pero nada, no estaba. Nos dimos  por vencidas y decidimos ir a la cocina a beber agua. Cuando entramos vimos a mi primo jugando con el móvil.
Marta: Ahahá, con que estabas ahí –dijo cruzándose de brazos-
David: …- se levantó de la silla y se dispuso a correr-
Mamá: Para ya de correr y sentaros a comer.-Dijo parando a mi primo-
Yo: Vaale..- dije sentándome en la silla-
Nos pusieron la comida y empezamos a comer. Mi primo me daba puntapiés y yo se los devolvía. Una de esas veces no apunté bien y le di en sus partes, pero no muy fuerte.
David: Ouuhh..-se quejó-
Yo: Blandengue.
David: ¡No soy un blandengue! –dijo mientras se levantaba-
Marta: David, siéntate.
Mi primo se sentó y terminó de comer. Se fue al salón a ver la tele con los padres. Mi prima y yo recogimos los platos y subimos a mi habitación.
Marta: ¿Qué hacemos ahora?
Yo: No sé, lo que sea menos bailar- reímos-
Marta: Pues no sé.
-¡FANNY! ¡Tienes visita! –grito mi madre desde abajo-
Yo: ¿A estas horas? ¿Quién es? –le contesté-
Mamá: ¡Es un chico! ¡Baja!
Marta: Ui ui.. un chico..
Yo: Calla. Quédate aquí de mientras. Si quieres coge mi ordenador.
Marta :Vale, no me moveré de aquí.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude.
Yo: Mamá ¿Quién es ese chi..
No terminé la frase. Vi la respuesta a mi pregunta. Estaba ahí. En la entrada, mirándome.