lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 36.

Cogí mi maleta y subí las escaleras. Había un gran pasillo con varias puertas cerradas. Cinco en total. Supuse que una era del cuarto de Lena, otra el cuarto de mis tíos, otra el baño, otra el cuarto de invitados y la quinta no sabía de qué podía ser.
Lena se acercó a una de las puertas y la abrió.
Lena: Bueno, éste es mi cuarto. –dijo mientras me abría paso-
Miré hacia todos lados, el cuarto estaba lleno de pósters de Justin Bieber. En ninguna pared quedaba hueco en el cual poner un cuadro. El cuarto era enorme. Tenía dos armarios con puertas correderas, un espejo gigante, un escritorio con un ordenador, una terraza gigante y algunos muebles con cajones. La pared, o lo que podía ver de ella, estaba pintada de color lila.
Yo: Lena.. ¿Te gusta Justin Bieber? –dije con tono sarcástico-
Lena: Pues.. no, lo odio –reímos-
Yo: ¿Por qué no me dijiste que te gustaba Justin? –coloqué la maleta encima de su cama-
Lena: Porque mi madre me contó lo que te había pasado con él hace unos meses y no quería mencionarte su nombre, pero se me pasó por alto lo de los pósters.- se sentó en un lado de la cama-
Yo: Ah, bueno.. Pero eso ya es pasado.
Lena: Pues mejor.. y ahora, ¿qué tal si dejamos el tema y colocamos tu ropa en el otro armario?
Yo: Vale. –abrí la maleta-
Empecé a sacar mi ropa  y la puse encima de la cama. Las camisetas con las camisetas, los pantalones con los pantalones y así todo lo demás. Cuando lo sacamos todo, los fuimos guardando en el armario.
Yo: Bueno, ya está todo. –me puse las manos en las caderas- ¿Qué hacemos ahora?
Lena: Pues.. –miró su reloj- Creo que mi madre estará terminando de preparar la cena. ¿Bajamos?
Yo: Como quieras.
Bajamos al salón. En el sofá estaban sentados mi tío y mi padre. Tenían una cerveza en la mano. Nos acercamos a ellos. Estaban viendo el fútbol.
Lena: ¿Quiénes juegan? –preguntó mirando la tele-
Rafa: Toronto Supra y Vaughan Sun Devils.
Yo: Vaya, creo que me tendré que estudiar los equipos de Canadá. –reí- No conozco ninguno.
Lena: ¿Y mamá y la tita?
Papá: En la cocina, preparando la cena.
Lena: Vale.
Salimos del salón y entramos en la cocina. Mi madre estaba preparando una ensalada y mi tía estaba preparando hamburguesas y patatas fritas.
Lena: Mm.. ¡Qué hambre! –dijo mientras cogía una patata del plato y se la llevaba a la boca-
Vicky: Pues reserva ese hambre para luego, sino no comerás. –rió-
Yo: Pues, yo no tengo tanta hambre.
Mamá: ¿Ya estás otra vez?
Yo: Es que no sé, no tengo mucho apetito.
Vicky: Venga Fanny, mis hamburguesas son las más buenas de todo Stratford.
Lena: Bueeeeno.. Eso de que son las más buenas..- miró al suelo-
Vicky: Pues tú siempre repites.
Yo: Vale, vale, ya está.. Me tomaré lo que pueda.
Vicky: Hombre, por lo menos que las pruebes.
Yo: Creo que tomaré más de una vez tus hamburguesas..nos queda tiempo hasta que volvamos.. –susurré-
Vicky: ¿Qué? Hablas muy bajo.
Yo: Que.. que las voy a probar. No me acostaré sin probar al menos una. –sonreí-
Lena: Bueno, bueno. Os dejamos que terminéis tranquilas. Nos vamos a mi habitación. Mamá, ¿nos avisas cuando esté todo?
Vicky: Claro, os doy una voz.
Lena: Vale, ¿Vamos Fanny? –me miró-
Yo: Sí. Por cierto mamá, ¿Puedo llamar a Isa? –puse cara de cachorrito- Por fi…
Mamá: Vaaale.. Pero no tardes mucho.
Yo: Tranquila mamá, no tardaré. –le di un beso en la mejilla-
Salimos de la cocina y subimos las escaleras.
Yo: Lena, ¿De qué es aquella puerta? –dije señalando la puerta del fondo-
Lena: Ahí guardamos los cadáveres de las personas que matamos. –dijo seria-
Yo: Ah.. –balbuceé-
Lena: JAJAJAJA, tenías qué haberte visto la cara. –rió- ¡Estabas más blanca que la pared! –rió más fuerte-
Yo: ¡Lena! –reí- ¡Me habías asustado! –me crucé de brazos-
Lena: Eso ya lo sé –seguía riéndose-
Yo: Venga Lena, ya enserio. ¿Qué hay?
Lena: Cadáveres. –rió-
Yo: Lena.. –la miré con cara de pocos amigos-
Lena: Vale, vale. No me mires así. Hay trastos viejos y cosas así. Es como nuestro desván. –dijo mientras abría la puerta de su habitación-
Yo: Ah, vale.
Lena: de cadáveres –se puso seria-
Yo: Lena, ¡qué pesada eres!
Lena: Lo sé. –sonrió-
Entramos en la habitación y me subí en la cama. Lena se puso a hacer otra cosa, pero no le di importancia.  Me puse a mirar cada uno de los pósters que había colgados. Había un montón.
Yo: Lena, ¿Dónde se supone que voy a dormir yo?
Lena: Aquí. –señaló una cama que había al lado de la suya-
Yo: Eso no estaba ahí antes.
Lena: ¡Qué lista! La acabo de sacar. –dijo mientras buscaba algunas sábanas en un cajón-
Yo: Espera que te ayudo. –me bajé de la cama-
Sacamos las sábanas y las mantas y las colocamos en la cama. Después, pusimos la cama a la altura de la suya.
Lena: Listo. –sacudió sus manos-
Yo: ¡Casi se me olvida! –dije buscando mi móvil-
Lena: ¿El qué?.. ¡Ah! ¡La almohada! ¡Qué tonta! –la sacó del cajón-
Yo: ¡No hija! Eso no. Llamar a Isa. –busqué su número en la agenda de contactos-
Lena: ¿Quién es Isa? –se sentó en la cama-
Yo: Ahora te cuento.
Llamar. Al cabo de unos 6 ó 7 segundos descolgó.
Isa: ¿Diga? –preguntó-
Yo: ¡Hola Isa! Soy Fanny.
Isa: ¡Anda Fanny! ¿Qué tal?
Yo: Muy bien, aunque te he llamado para decirte algo..
Isa: ¿El qué? ¿Es que te ha pasado algo? –dijo preocupada-
Yo: No, no. No es nada de eso. Verás, ahora mismo, creo que no sabes que estoy a miles de kilómetros de Madrid.
Isa: ¿Te has ido de viaje? –dijo contenta-
Yo: Ojalá. –suspiré- Me he tenido que mudar a Canadá y no pude avisarte.
Isa: …Esto.. Pues vaya cariño, me ha pillado de improvisto. ¿Y por qué te has mudado?
Yo: Porque a mi padre lo han trasladado a Canadá en el trabajo.. Dicen que es temporal, pero sé que no lo va a ser.
Isa: Bueno.. Yo no puedo hacer nada.. ¿Y vendrás a vernos?
Yo: Creo que no.. Pero insistiré en que vayamos.
Isa: Si vienes, avísame. Y dime, ¿Habéis vendido la casa?
Yo: No, es que como era “temporalmente”.. Pero, quería que se lo dijeras a Claudia.
Isa: Claro, yo se lo diré.
Vicky: ¡Lena, Fanny, a cenaaar! –gritó desde abajo-
Yo: Bueno Isa, tengo que ir a cenar. Ya te llamaré. Un beso. Adiós.
Isa: Adiós cariño. Claro, recuerda que para todo lo que necesites, sigo estando aquí.
Yo: Gracias. Adiós.
Colgar. Puse en móvil en la mesita de noche.
Lena: Bueno, ¿Bajamos?
Yo: Sí.
Bajamos las escaleras y entramos en el salón. Todos estaban sentados alrededor de la mesa. Lena y yo nos sentamos en los sitios que quedaban libres y comenzamos a cenar.
Vicky: Bueno Fanny, ¿Qué tal te lo estás pasando?
Yo: Pues, no llevo ni un día aquí, pero la verdad es que estoy muy bien. Creo que la estancia aquí me será más fácil con Lena. –la miré con una sonrisa-
Lena: Sí, nos llevamos muy bien. Es una alegría tener una prima de la misma edad que yo.
Rafa: Me alegro de que os llevéis tan bien. Fanny, Lena te presentará a sus amigas y te enseñará el instituto y gran parte de Stratford.
Yo: Lo sé, mañana vamos a ir de compras y ya me enseñará algo del pueblo.
Mamá: Muy bien, pero no te compres más camisetas, que tienes muchas.
Yo: Mamá, me compraré lo que vea.
Vicky: Carmen hija, déjala que se compre lo que quiera. La ropa que hay en las tiendas del pueblo es muy bonita. Seguro que se lo querrá llevar todo.
Yo: Si es la misma ropa que lleva Lena.. Entonces sí –reí-
Lena: Bueno, bueno. Ya veremos que hay en las tiendas.
Papá: Y, ¿Fanny está en tu clase?
Lena: Sí, creo que sí. Mi madre lo sabe.
Vicky: Sí, hablé con el director para que la pusieran en la misma clase.
Mamá: Mejor, así no te sentirás tan sola en el instituto.
Yo: Lo sé, lo sé. Ahora, nos vamos a la habitación. –me levanté y cogí mi plato-
Lena se levantó también y cogió su plato. Los llevamos a la cocina y subimos a la habitación. Nos pusimos el pijama y nos sentamos en nuestras camas.
Lena: Bueno, ¿Y quién es Isa?
Yo: Pues es una larga historia.
Lena: No importa, tenemos tiempo. –rió-
Le conté toda la historia desde el viaje a los pirineos hasta ahora. Lena se quedaba con la boca abierta con cada cosa que le contaba. La verdad, es que es muy poco creíble, pero cierto.
Lena: Vaya.. Ya me gustaría a mí haber estado en tu piel.
Yo: Créeme que no. Estos últimos meses han sido muy duros. Empezando por lo de Justin y terminando por el viaje. Pero, menos mal que estás tú aquí, sino ahora mismo estaría aburrida en una habitación sin saber qué hacer.
Lena: Bueno, si lo miras así.. Y la verdad es que yo me aburría siempre por las noches, pero ahora tengo alguien con quien hablar.
Yo: Cuando mis padres me dijeron que nos mudábamos, se me vino el mundo abajo. Y cuando me dijeron que tenía una prima que se llamaba Lena, pensé que tendría unos 3 ó 4 años, no 16 –reí-
Lena: Sí, yo no me acordaba de ti..
Yo: ¿Tienes fotos? A lo mejor hay alguna por la habitación de los cadáveres.
Lena: Sí, creo que en la chaqueta del viejo ese.. –rió-
Yo: JAJAJA vamos a mirar anda.
Salimos de la habitación, recorrimos el largo pasillo y entramos en la puerta del fondo. Al abrir la puerta sonó un pequeño chirrido que suena cuando abres una puerta vieja que hace siglos que no se abre. Entramos. Había cajas, baúles y cosas así. En la izquierda había una ventana con una pequeña persiana. La habitación no era muy grande, pero tampoco muy pequeña. Ahora entiendo por qué la dejaron para el “desván” por así llamarlo.
Lena: Creo que ésta es la caja de las fotos –dijo acercándose a una de las cajas-
Yo: Ábrela y mira a ver. Yo voy a mirar en ésta- me acerqué a otra-
Lena abrió la caja y empezó a sacar cosas. Algunas tenían mucho polvo, otras eran recientes. En mi caja había cajas más pequeñas con objetos que supongo que pertenecerían a su bisabuela o algún familiar.
Lena: ¡Aquí están! –gritó mientras sacaba un montón de fotos de una cajita-
Yo: ¿A ver? –me acerqué a ella-
En la primera foto teníamos cerca de 3 años. Estábamos en un parque de Stratford, sentadas en dos columpios. Las dos teníamos una gran sonrisa en la cara. En la siguiente foto estábamos paseando por una de las calles agarradas de la mano. Lena llevaba un vestidito rosa a juego con sus zapatos. Yo llevaba un vestido azul de cuadritos y dos coletas con lazos. La siguiente foto era de los seis sentados en un banco del parque. “Foto familiar” ponía en la parte de atrás de la foto.  Había muchas más fotos de algunas cenas y días en los que íbamos a pasear. Eran bonitos recuerdos, de los cuales no nos acordábamos.
Yo: Vaya.. Y pensar que no recuerdo nada de esto.. – dije con lágrimas en los ojos-
Lena: Sí, yo tampoco. Éramos muy pequeñas, es normal. Pero, quedan las fotos.
Yo: Ya ves, por cierto, ¿me das una?
Lena: Claro, mira coge ésta y ésta. ¿Te gustan?
Yo: Sí, son muy bonitas. Gracias.
Lena: De nada, ahora.. ¿Qué tal si guardamos todo esto y nos vamos a dormir? O por lo menos, a intentarlo.- rió-
Yo: Sí, es muy tarde ya. Vamos a guardarlo todo.
Lena guardó todo lo que había sacado en una de las cajas y yo guardé lo mío. Cuando terminamos, salimos de la habitación y cerramos la puerta.
Vicky: ¿Qué hacíais ahí? –preguntó extrañada-
Yo: Pues estábamos mirando algunas fotos de cuando éramos pequeñas. Lena me ha dado estas dos. –se las enseñé-
Vicky: Vaya..Son muy bonitas..
Lena: Lo sabemos mamá. Ahora, nos íbamos a dormir.
Vicky: Vale, no os entretengo más. Buenas noches Fanny- me dio un beso en la frente- Buenas noches cariño –le dio otro a Lena-
Lena y yo: Buenas noches.
Bajamos a darle las buenas noches a los padres y volvimos a subir. Entramos en la habitación y cerramos la puerta. Lena se tiró en su cama. Yo me senté cuidadosamente.
Lena: Bueno prima, cuéntame algo. –dijo apoyando el codo en la cama y sujetándose la cabeza con la mano-
Yo: Pues.. no sé.
Lena: Un día que no tengamos nada que hacer, buscamos mas fotos. Tengo que tener un montón mas. ¿Qué te parece?
Yo: Sí, tengo ganas de ver más fotos.- sonreí-
Lena: Te veo con sueño, ¿apago la luz?
Yo: Como quieras, pero antes tengo que ir al baño.
Lena: Bueno, pues yo voy a intentar dormirme. Mañana va a ser un día muy largo.
Yo: Vale, ahora vengo. –me levanté de la cama-
Me dirigí a mi cajón y cogí mi diario, un bolígrafo que había en el escritorio de Lena, una de las fotos que me regaló y unas tijeras. Antes de salir de la habitación, apagué la luz para que Lena pudiera dormir. Salí al pasillo y entré en el baño. No había entrado todavía. Tenía una gran bañera con unas cortinas. Un lavabo, un armario, un inodoro.. lo típico de un baño. Estaba decorado con azulejos lilas y flores.
Bajé la tapadera del inodoro y me senté en ella. Abrí el diario y comencé a escribir. Cuando acabé, recorté la foto. Adiós, se me había olvidado el pegamento. Volví a la habitación, encendí la luz de la mesita de noche y busqué un pegamento. Abrí el primer cajón del escritorio, pero no había nada. Seguí mirando los cajones y en el último encontré un pegamento. Pegué la foto, guardé el diario, y dejé las tijeras y el bolígrafo en su sitio. Apagué la lamparita y me acosté. Mañana iba a ser un día bastante largo.
-----------------------------A la mañana siguiente-------------------------
El sol de la mañana me despertó. Abrí los ojos. Miré la habitación. Lena estaba abriendo la ventana. El olor de la mañana entró por la ventana. Lena se acercó a mí y me destapó.
Lena: Venga Fanny, hay que levantarse, que sino las tiendas nos cierran las puertas. –dijo mientras abría su armario-
Yo: ¿Qué hora es? –me levanté de la cama-
Lena: Las diez. Mientras que nos arreglamos y desayunamos nos darán las once y algo. –sacó unos pantalones y una sudadera rosa-
Yo: Bueno.. ¿Y qué me pongo?
Lena: Mm..
Lena abrió mi armario y comenzó a remover la ropa de un lado a otro. Finalmente, sacó unos vaqueros, una camiseta morada y blanca, y una chaqueta blanca.
Lena: Esto está bien. –dijo poniendo la ropa encima de la cama- Y tus supras moradas. –las cogió de armario y las puso en el suelo-
Yo: Mm.. Sí, está bien.
Nos pusimos cada una lo que habíamos escogido, en mi caso lo que ella había escogido, y bajamos a desayunar. Olía a tortitas. Entramos en el salón. Había un plato con un montón de tortitas apiladas encima de la mesa. Sentados, mi tío y mi padre, desayunando y hablando.
Lena: Buenos días –dijo sentándose-
Yo: Buenos días –me senté al lado de Lena-
Papá: Buenos días, ¿Qué tal habéis dormido? –preguntó mientras se llevaba un trozo de tortita a la boca-
Lena: Muy bien. – se sirvió una tortita-
Rafa: ¿Y tú Fanny?
Yo: Pues bien también. Hay mucho silencio por las noches.
Rafa: Es lo bueno de vivir en un pueblo, no hay el mismo ruido de las ciudades.
Yo: Sí, esto es muy tranquilo. –sonreí-
Seguimos desayunando. Al cabo de unos minutos entraron mi madre y mi tía con más tortitas y un café cada una. Se sentaron en la mesa y comenzaron a desayunar. Seguimos hablando durante un rato.
Lena: ¡Pero qué tarde es! –dijo mirando el reloj- ¡No nos va a dar tiempo a nada! –se levantó de la silla-
Yo: Pero, ¿Qué hora es? –me levanté-
Lena: ¡Las doce menos cinco! –exclamó-
Yo: Lena, no vamos a dar la vuelta al mundo. Tenemos tiempo de sobra.
Lena: No, no nos va a dar tiempo. ¿Mamá, podemos comer fuera?
Vicky: Sí, podéis. Pero tampoco volváis muy tarde, mañana tenéis clase.
Yo: ¿Mañana hay clases? Pff..-suspiré-
Mamá: ¿No tienes ganas de estar en una clase nueva?
Yo: No, no conozco a nadie, solo a Lena.
Lena: Si, bueno, bueno a mí tampoco me gustan las clases, yo tampoco tengo ganas de ir mañana, pero ahora tenemos que irnos. –me cogió del brazo-
Yo: Pero Lena los..
Lena: Shh..
Vicky: ¡Hey!, pero llevaros los platos ¿no?
Yo: Eso.. –cogí mi plato-
Lena: Bueno, bueno, rapidito Fanny. –cogió su plato y corrió a la cocina-
La seguí y solté mi plato. Subimos al piso de arriba. Terminamos de arreglarnos, cogimos una de las mochilas y metimos el dinero, los móviles, una cámara de fotos y unas gafas de sol para cada una, por si acaso. Nos despedimos de los padres y salimos de la casa. Comenzamos a caminar calle arriba, donde estaban las tiendas. Lena me iba contando cosas sobre sus amigas. Se llamaban Caitlin y Rouse. Por lo que me contaba, parecían muy divertidas y simpáticas. Espero que sea así. Unos diez minutos más tarde llegamos a la zona de las tiendas.
Lena: Vamos a entrar en esa. Tiene vestidos muy bonitos y te vendrá bien para escoger tu vestido para la fiesta de fin de curso. –abrió la puerta-
Yo: No me gustan mucho los vestidos..
Lena: Los de aquí te van a gustar, ya verás.
Estuvimos mirando algunos vestidos. Es verdad, eran muy bonitos. Uno me llamó la atención. Era negro y blanco. Ni muy largo, ni muy corto. Lo cogí.
Yo: Me gusta éste. –se lo enseñé a Lena-
Lena: Mm.. Sí, es bonito. Ve a probártelo. Te espero fuera de los probadores.
Yo: Vale.
Entré en uno de los probadores y me puse el vestido. Sí, me quedaba muy bien. Salí del probador para que Lena me viera.
Lena: Sí, ese está perfecto. ¿Te lo vas a llevar? –preguntó-
Yo: Sí, éste me gusta mucho.
Lena: Muy bien. Pues quítatelo y ve a la caja a pagarlo. Mientras, yo estaré en la tienda de allí en frente. – señaló una tienda que había en la acera de en frente- Ven cuando termines.
Yo: Como quieras.
Lena salió de la tienda y cruzó la calle. Me acerqué a la caja. La dependienta me cobró el vestido, lo metió en una bolsa y me lo dio. Me empezó a sonar el móvil. Lo busqué en la mochila y lo saqué. Era un mensaje de Inma. Salí de la tienda mirando el mensaje. Me paré antes de cruzar. El mensaje decía:
“ ¡Fanny! Te echamos de menos, esperamos que vuelvas pronto. Sabemos que solo es un día el que has pasado fuera, pero para nosotras es una eternidad. Avísanos cuando vuelvas y no te olvides de llamar de vez en cuando. ¡Te queremos!”
Responder. Comencé a escribir el mensaje.
“ ¡Chicas! Yo también os echo de menos. Espero estar ahí con vosotras dentro de poco. ¿Cómo no os voy a avisar? ¡Seréis las primeras en saberlo! Ya os llamaré cuando pueda. Un beso.”
Enviar. Fui a guardar el móvil cuando alguien me golpeó fuertemente. Caí al suelo y mi vestido salió volando por los aires hasta caer en un charco de barro.
Yo: ¡Imbécil! –grité mientras me levantaba- ¿Por qué no miras por dónde vas? ¡Mira lo que has hecho! ¡Ese vestido lo acababa de comprar! –cogí el vestido del suelo-
XX: Lo siento, de verdad. ¿Cuánto te ha costado? –dijo en voz baja-
Yo: Cincuenta dólares, ¿Por qué? – lo miré-
El chico se quedó varios segundos mirándome fijamente sin decir nada. Yo no podía verle la cara, puesto que llevaba una capucha y unas gafas de sol.
XX: Toma. –dijo dándome algo-
Cogí lo que había en su mano. Después el salió corriendo hasta desaparecer. Miré lo que me había dado. Cincuenta dólates. Miré la calle. El chico ya no estaba.
Yo: Gracias –dije para mí misma-
Cogí mi mochila y entré en la tienda. Compré otro vestido igual y salí a la calle. Ésta vez, miré a todos lados antes de cruzar por si acaso venía otro chico y me golpeaba de nuevo. Crucé la calle y entré en la tienda. Lena se estaba probando una camiseta.
Lena: ¿Por qué has tardado tanto?
Yo: Porque un chico con una capucha me empujó y se me manchó el vestido. Compré otro con el dinero que me dio él y bueno, una larga historia. ¿Y tú? ¿Has terminado?
Lena: Sí, voy a comprar ésto y.. –miró el reloj- ¿Vamos a comer?
Yo: Pero si acabamos de desayunar.
Lena: Bueno, pues vamos a una cafetería.
Yo: Bueno, pues vale.
Lena pagó la camiseta y salimos de la tienda. Caminamos un poco más y entramos en un bar. No había mucha gente, pero tampoco estaba vacío. Nos sentamos en una mesa y pedimos unos refrescos. Nos hicimos algunas fotos y hablamos sobre cuando éramos pequeñas.
Lena: Voy al baño, ahora vuelvo.
Yo: Vale, te espero aquí.
Lena se levantó y fue al baño. Miré alrededor del bar. Era bonito. Tenía cuadros de diferentes colores y escenas. De repente, sentí como si alguien me vigilara. Miré una de las mesas. Había un chico sentado. Tenía una capucha y unas gafas negras. Apuesto lo que sea a que era el que me empujó antes. Me quedé mirándolo. Me miró durante varios segundos, luego, sonrió.
Lena: Bueno, ya estoy. –dijo sentándose-
Yo: Lena, sé descarada, ¿vale? Mira, creo que el chico que está ahí sentado es el que me empujó antes. –le dije en el oído-
Lena:…

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